Fic (Oneshot): "The Reason I Come Home" - Reencuentro Robsten en Toronto

*-*! awwwwww.... Quise publicar este oneshot desde ayer, y Blogger no funcionaba! ¬.¬ así que lo dejé en borrador y me lo borro... me borro todos lo que había grabado y las imagenes....pero bueno...

Antes de mi viaje, quería dejarles alguito.... y ¡Aquí me tienen! cuando vuelva, y espero sean con mas ganas y nada depre u.u , les traeré sorpresas y la continuacion de los otros... !

¡Espero les guste y comenten! Besos, Lu.

Fic - One Shot Robsten

"The Reason I Come Home"

(Sídney, Australia & Toronto, Canadá)

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"I thought I would get a dog. Then, wherever the dog was, would kind of be my home". ― Robert Pattinson

ROB - POV
(viernes, 06 de Mayo)

"… 12 días… 12 malditos días sin ella…" ― me repetía a mi mismo incontables veces.

Era las tres de la tarde de un día nublado, lluvioso y tétrico en Sídney.
Bueno, en realidad no estaba nublado, ni era tan tétrico, sólo que para mí era un día totalmente sombrío y triste.

Cualquier persona en mis zapatos, creo que estaría más que feliz con todo lo que le está pasando; y no lo niego, estoy feliz por eso, sobre todo por la gran acogida que está teniendo mi última gira promocional, pero… como dije hace tiempo… soy raro… y sin Kristen a mi costado, el resto no tiene mucho valor para mí. Me siento incompleto.

Resoplé desesperado.

El traje gris que debía usar estaba tendido en la cama mirándome... Listo para salir a escena sin darse cuenta que el portador no tenía muchas ganas... Y que sin engañar, sufría por dentro.

Acaso... ¿Es tan difícil sobrellevar la tristeza que sientes al no estar en tu casa, en tu hogar, al lado de la mujer que amas?

Si, lo es. Para mí siempre fue y siempre será una sensación incontrolable, inaguantable y extremadamente difícil…

Mierda... la extraño.

Cogí mi celular y revise las últimas fotografías que había descargado en mis tiempos libres y que no me cansaba de ver... Una criatura bellísima me miraba tras la cámara, su finura y delicadeza quedaban expuestas al llevar el cabello recogido. Kristen se veía tan hermosa y sexy en ese vestido rojo Proenza, con un estilo y maquillaje tan natural que resaltaba sus ojos verdes y reflejaba madurez, su crecimiento como mujer...

Desvié la mirada hacia el cielo… Hubiera sido feliz, completamente feliz, si yo la hubiera acompañado aquel día... O mejor aún, si después de la velada, me la hubiera raptado en un jet privado y me la hubiera llevado a Londres... Para mí solo...

Pero... Nuevos inconvenientes, nuevos imprevistos, nuevos percances hicieron acto de presencia y destrozaron nuestros planes… Ya debía de estar acostumbrado a esto, porque sé que nada es perfecto… bueno sí… hay una excepción: sólo Kristen es perfecta.

Sonreí.

Volví mi vista de la ventana de la habitación del Hotel (afuera unos cinco autos negros estaban aparcados en la entrada esperando que sea la hora para que nos trasladen al evento) hacia mi celular, la imagen que miraba por él se vio interrumpida por una llamada que entraba…

Mi rostro se iluminó y sonreí de oreja a oreja. Amo al roaming por existir.

― Hola mi amor, ¿todo bien? ― dijo una vocecita que adoro por el otro lado del auricular. ― ¿Ya estás listo?
― No. No lo estoy. Ya no doy más Kristen... Te extraño demasiado... ― me sinceré.

Sentí que suspiró. Yo la imité, mi corazón ya no daba más, la opresión de mi pecho me estaba doliendo cada segundo que pasaba sin estar a su lado... Era agonizante.

― Yo estoy igual Rob... Pero sólo faltan horas... ― su voz parecía una caricia dándome animo.
― Horas que me están volviendo loco, Kris… Ya no doy más. ― le dije exasperado tomando un puñado de pelos entre mis dedos y tirándolos una y otra vez.

Ella volvió a suspirar largo y profundo; en esos instantes, sólo escindió el aire unos cortos pero fuertes ladridos que empezaron a sonar por el auricular como música de fondo. Era Bear.

―Oh Bear… ¿no estabas durmiendo ya? Son las 11 de la noche. ― escuché decir a Kristen en tono maternal… Ay Dios que me da algo, se me reveló al instante mi portarretrato perfecto: Kris, Yo, Bear, Jella, y mis dos mini Kristen abrazando a su hermanito mayor.

Volví a suspirar. Si sigo así, de nostálgico y soñador, creo que hoy me quedo sin corazón.

― ¿Quieres hablar con Rob? ¿Tú también lo extrañas verdad?... ― Bear empezó a ladrar aún más fuerte y rápido cuando escuchó mi nombre. Mi perrito era muy inteligente.
― Kris…


― Ves Honey, Bear también te extraña… ― lo escuché gemir bajito, como siempre hace cuando Kris le acaricia la cabecita logrando que se eche sobre sus patitas. Bellos. ― No te preocupes pequeñín, él estará con nosotros en menos de un día.
― Kris...
― Dime.
― Te amo mucho. ― presentí su sonrisa…de esas que me gustan.

Bear volvió a ladrar con más fuerza… ¿Me estaba respondiendo? O será que se puso celoso... Ni idea… sólo sé que Kris me había puesto en el 'altavoz'.

Hace dos días, mientras me encontraba en Inglaterra, vi las fotos de mi esposita con nuestro cachorrito paseando por las calles de New York.

Fue una de las mejores imágenes que haya podido ver y contemplar: mi perrito caminando todo tímido al lado de Kristen, que lo llevaba y cuidaba como ninguno… un gesto tan simple, pero a la vez tan tierno, adorable y único. Como ella.

Sentí, en esos instantes una mezcla de sensaciones poderosas, naciendo en mi unas ganas inmensas de dejar todo, y largarme en el primer avión de American Airlines existente hacia Estados Unidos y estar al lado de ellos como una familia… Lo sentí tan necesario e importante...


Sólo que... Mis deseos fueron eclipsados por un trasatlántico, dándo de lleno en mi realidad: Yo seguía sentado en mi cuarto de hotel una noche fría en Londres…

― Yo también te amo, Honey… cada minuto que pasa. ― Otra vez, sentí que mi rostro dibujó una sonrisa rebosante. Escuchar su voz, la cantidad de veces que fuera, era incomparable… no les miento.


Seguimos conversando un poco más. Como en la mañana -hasta hace unas horas- estuve en entrevistas, conociendo a Siam la elefanta (tan bella como Tai y que logró despejar un poco mi mente del caos que era), y sacándome fotos con Reese y Francis en el PressCon, NO habíamos podido conversar bien, asi que aprovechamos el tiempo al máximo.

Kristen me contó los detalles últimos que había tenido que hacer en la Suite del "Hazelton". Lo que pasa es que nosotros habíamos hecho la Reservación durante nuestra estadía en Vancouver, y habíamos visto el cuarto sólo por fotos, por lo que Kristen insistió en llegar días antes para arreglarla a nuestro gusto, con nuestra ropa y cosas necesarias para los dos o tres meses que pasaríamos ahí, y claro está, para tener comodamente a nuestro cachorrito, Bear.

Noté a Kris contenta también porque la cocina era grande, totalmente equipada, y con una área considerable para hacer BBQ en la terraza, y hornear pasteles.

Mi Kris toda una ama de casa... Me encanta.

―… entonces, ¿Todo está bien? ¿Tienes todo lo que necesitas?

― Si Hon, hace ratito salí a comprar ciertas cosas con Bear. Él está feliz, porque tenemos un parque
muy cerca.

― Genial. ― le respondí. Quizá podíamos salir a dar unas vueltas por el Barrio cuando estemos los tres juntos en Toronto… Me emocioné de sólo imaginarlo. Ahí es más calmado y tranquilo… los periodistas no acosan en demasía, así que podríamos ser nosotros mismos sin interferencias… además, ya todo quedó claro el 17 de abril, en la Premier. ¿No?

Sí, yo creo que sí.

― ¿No ha habido ningún problema con los periodistas?
― Nop. ― respondió haciendo enfasis en la 'p' ― Nadie sabe que estoy aquí... Aunque hace ratito me encontré de casualidad con Jamie Alexander, ya sabes 'Sif' en Thor. Pero no creo que diga nada. ―
― Oh... Bien... Ya sabes mi amor, si algo pasa, o sucede algo, llámame, no importa la hora. ―
― Ok Señor Sobreprotector. ― dijo burlonamente. Pude intuir sus gestos. ― Lo haré.
― Eres mi vida. ―
― Lo sé... y te amo. ― sonreí complacido.

Miré el reloj y abrí los ojos como platos. Me despedí de Kristen a regañadientes sólo porque era necesario y la hora se me venía encima. En cualquier momento venía Steph y me sacaba de los pelos y yo no estaba ni siquiera bañado… debía alistarme y estar impecable para la Alfombra Roja y las miles de entrevistas que me esperaban ahí. Me dirigí al baño con la toalla envuelta en mi cadera y con una nueva y asombrosa energía. Energía que me había proporcionado vitalidad y ánimo para cumplir con mis obligaciones, y mantenerme en pie en lo que quedaba del día... Y todo gracias a los pocos minutos que hablé con Kristen...

Pero... Igual la extrañaba... Si tan solo la pudiera tener unos segundos a mi lado... Estaría completo.
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La Premier no estuvo nada mal. Llegué en uno de los autos negros de lunas polarizadas, firmé autógrafos y me tomé fotos en cantidad mas todo estuvo muy tranquilo y seguro. De todas las entrevistas que hice, me sorprendió muchísimo el recibimiento que tuve de la prensa al cantarme 'Happy Birthday' por adelantado.

Fueron muy simpáticos y atentos al hacerlo, y yo me moría de la pena, hasta que me iban a regalar una torta, pero Dean no los dejó.

― ¿Qué piensas de la aplicación en la cual rastrean el lugar donde estas?
―… Recién me enteré, pero los voy a demandar. ― Les contesté riéndome.

Creo que estuve cerca de una hora o más en la alfombra, las preguntas iban y venían y casi todas eran del mismo tipo de las anteriores premieres, sin embargo en esta ocasión estaba más lúcido y nada distraído así que podía responder calmadamente cualquier pregunta sin ser muy revelador, como lo fui en Berlín… Si supieran los mensajes de texto que mandó Kristen ese día… Fue 'wow'.

Ya cuando faltaba poco para ingresar a la proyección, me hicieron unas preguntas un tanto 'raras' pero reincidentes… es decir… ¿cómo voy a responder sobre quien besa mejor si MI Kristen o Reese?… ¿la respuesta es obvia no? Nadie es mejor que Kris… pero tuve que disimular sin mentir…

― Oh Sí… las dos son fantásticas. ― le dije sonriendo, mi representante me asió del brazo y me llevó a otro sector de entrevistadores.

También me preguntaron si mis 'compañeros' de 'Twilight' me habían dado algún tip para recorrer Sídney. Bufé internamente. Desde hace tiempo que no hablaba con el lobo, y ni quería hablarle, mucho menos desde que me enteré hace tres días que el muy idiota podía atreverse a besar a MI novia delante de todo el mundo en los Premios MTV, me lo tenía jurado… y aun más si me hacen recordar que él pasó una semana con Kris a solas aquí.

¡Válgame Dios! ¡Primero muerto, y él besa a Kristen! Cuando Steph me lo dijo en Inglaterra, casi me caigo de la silla, tuve que contenerme y apretar mis puños con tal fuerza que seguro mis nudillos se tornaron de color blanco.

Y en la entrevista MTV sólo atiné a decir lo primero que se me vino a la cabeza... "Si... Pensé que ya había ganado tres… (reí) digo, es terrible si dejas de ganar de golpe los premios… Es como que si dejo de hacerlo es porque no puedo besar más...ehhh… Y yo aún sigo siendo buen besador!"

Gracias... Ni yo mismo entiendo lo que dije... Pero... Soy celoso… no me culpen.

En fin... Este tema es aparte, a penas llegue a Canadá le diré a Kris algunas ideas que tengo para la premiación -aunque igual que otras veces dirá que no- y a Steph le comentare -discretamente y como quien no quiere la cosa- si tiene gente extra para que vote en la web...

Si, penoso, pero al fin y al cabo un plan perfecto... Soy un genio.
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Después de esto, sólo nos quedó tomarnos las fotos oficiales en la alfombra roja con mi coprotagonista y el Director para luego pasar a la Proyección. Por ratos me sentía bien, alegre, al compartir toda esta euforia con los fans y los responsables que este proyecto haya visto la luz; pero luego, sentía un sentimiento de tristeza profunda, porque me sentía solo... sin ella a mi lado... y la extrañaba, porque no hay mejor cosa en el mundo que compartir tus triunfos y tropiezos con la mujer que amas, y que sabes que estará por siempre para tí.

... Pero bueno... ya sólo quedaban pocas horas...

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Después que llegué del After Party, el peso de mis párpados me dominaba y caí rendido a la cama. Cuando desperté al día siguiente y antes de bañarme, llamé a Kristen para contarle las cosas del día anterior; luego alisté mi maletín de mano, me coloqué la chaqueta caqui y mi gorrita negra, cogí mi guitarra y salí de inmediato rumbo al aeropuerto. Mi vuelo era a las 10 y 30 de la mañana y no quería llegar tarde.

El trayecto ocurrió sin percances.

¿Alguien me creería que ya habían demasiados periodistas en la entrada del Aeropuerto a las 8 de la mañana? Pues sí, ya estaban aglomerados pero custodiados tambien por la policía… y es que ellos, nunca tardan en averiguar las cosas.

En fin, realicé los papeleos necesarios con Dean, y nos enrumbamos a la sala de Embarque… a esperar el llamado.

¿Se han sentido alguna vez tan ansiosos por una simple voz informándoles que deben abordar el avión que los llevará a su hogar? A mí me estaba pasando nuevamente, y me encantaba la sensación, porque eso sólo significaba que estaba a tan sólo horas de ver a Kristen…

― Buen viaje, mi amor. Aquí te esperamos. ― me dijo Kris dulcemente por el otro lado del teléfono antes de abordar. ― Bear... Ven, despídete de tu papá.― Le indicó a mi muy educado cachorrito quien empezó a ladrar, me lo podía imaginar moviendo su colita...

Sonreí. Ya faltaba poco para verlos.

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21 horas de vuelo, dos escalas, dos lounges y una fotografía… Atravesando medio mundo, tres continentes y una cantidad incierta de mares me tenía molido, cansado y con unas grandes ojeras. Ya ni siquiera sabía si era de noche o era de día, si anochecía o amanecía, porque las nubes y la oscuridad se disipaban y se mezclaban entre ellas dándome un aspecto de insolvencia y confusión.

(OJO: Hagan Clik para escuchar la cancion -inspiracion- del FIC)

Para evitar esto, me coloqué mis audífonos, cerré la ventanilla del avión y me concentré sólo en mi Kristen. Parecía un loco esquizofrénico al contar cada segundo, cada minuto que faltaba para verla, besarla, estrecharla entre mis brazos y hacerle el amor hasta el día siguiente.

Era inevitable.

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Los sonidos fuertes de las turbinas del avión preparándose para el aterrizaje me despertaron de un sueño poco reparador. Descendimos a los quince minutos y recogimos las cosas. Me sentía mareado, y un poco ido, el Jet Lag no me había preocupado tanto antes, pero esta vez, la cantidad de horas jugaron en mi contra.

Me di cuenta que aquí aún era sábado, y el sol aún filtraba sus rayos por las mamparas que nos guiaban a la puerta de salida. Todo fue rápido. El carro negro ya me esperaba afuera, listo para partir con mis cosas en la capota, yo sólo entré con mi guitarra y mi bolso de mano.

Deseé a Dean un buen viaje de retorno a Estados Unidos -(yo le había dicho que no era necesario que me acompañe hasta Canadá, el podía simplemente tomar otro vuelo directo de Sídney a Los Angeles, y así poder estar junto a su esposa en menos horas, pero él insistió)- así que me despedí de él nuevamente y el carro empezó su recorrido directo hasta Yorkville, un barrio moderno y con estilo de ciudad canadiense pero a la vez muy comercial y exclusivo.

Estaba solo, sin seguridad, sin agentes, ni representantes por fin… y se sentía tan bien.

El chofer resultó muy atento y discreto e hizo el trayecto en menos de veinte minutos, alertado por Dean de la dirección y enseñándome sin querer los monumentos históricos, los museos contemporáneos, centros comerciales, tiendas, restaurantes, bares y alguna que otra galería de arte, hasta detenerse frente a un edificio en esquina, grande y que engalanaba, a su alrededor, a las otras construcciones residenciales.

Hotel "Hazelton" - Yorkville

― Es aquí Señor. Hemos llegado. ― me informó.

Inmediatamente giré mi rostro para comprobar lo que mi corazón quería y deseaba a gritos: estar en mi hogar, en los brazos de Kristen; A pesar que Toronto no era la ciudad que crecí ni donde vivíamos habitualmente, ni la suite era nuestra casa de LA, pues, era la ciudad que albergaba a mi corazón, mi Kristen, y eso bastaba para reclamarla como mi hogar.



― Muchas gracias. ― suspiré.

Bajé del auto con muchos nervios. Como ya todo estaba pagado desde el Aeropuerto, sólo atiné a despedirme y agradecerle al señor por el cómodo trayecto, y le deseé buen día. Los jóvenes que aguardaban en la entrada del Hotel, me ayudaron a ingresar mis cosas, me reconocieron de inmediato, y sin muchos preámbulo, me condujeron a la Recepción para hablar con el encargado.

Me dieron algunas indicaciones, nada diferente a los otros hoteles... y por fin, pude tomar el ascensor que me llevaría directamente a la sala de la Suite.

Mientras esperaba, mi corazón empezó a latir con fuerza y ferocidad,  parecía que en cualquier momento saldría de su órbita y se desbocaría; la tirantez que sentía en el pecho aumentó cuando se abrió la puerta y sonreí fascinado al verla.

Sus ojos se abrieron de par en par. En la sala, junto a la chimenea de mármol y al lado del sofá de cuero ocre, estaba ella; con su hermosa sonrisa, sus mechones chocolates que le rozaban los hombros, y sus ojos, sus preciosos ojos verde esmeralda, que me mostraban ternura y una lágrima, y que había extrañado como un loco tantos días.

Sorprendida al verme, sus ojos parpadearon con rapidez como si se tratara de un espejismo o un sueño irreal. Tiré las cosas adentro y golpeé otras de una patada, me acerqué a ella y enmarqué su rostro con ambas manos y la contemplé al tanto que ella me acariciaba mi rasposa mejilla.


El momento no podía ser más perfecto; el toque de ternura extra lo dio Bear saltando y dando pequeños brinquitos sobre mis piernas, mientras ladraba animadamente y lamía mis zapatillas dándome la bienvenida a su manera.

La abracé fuertemente.

Ella reaccionó igual, abrazándome como si el mundo acabara mañana.

― Rob… ― murmuró.
― Kristen… te he echado tanto de menos… ― musité besándole el cabello. Por fin podía sentir la calidez de su piel y percibir su aroma... dos cosas fundamentales en mi vida, y que nunca podrían compararse a una foto o una cámara web. Tenerla frente mío era único.



Sus ojos se volvieron de nuevo llorosos por la felicidad que nos embargaba, era una sensación tan grande regresar a los brazos de la persona que amas, regresar a dónde tu corazón pertenece.

― Yo también a ti… ― alzó su rostro y reclamé sus labios.

La besé, como nadie en este mundo la podría besar, con una pasión única, con un intenso deseo contenido y amor verdadero… Sentir sus labios después de tantos días, no tenía precio, y yo, no lo cambiaría por nada de este mundo…

Ni de otro mundo…

Ni de otra vida…

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“Home is always where the heart is… And you are my heart and the reason I come home….”

(El hogar está donde el corazón está… y Tú eres mi corazón, y la razón por la que regreso a casa)

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Fin

Nota:
- Los diálogos de las entrevistas que se hicieron en la alfombra roja, así como la de MTV son verdaderas. Hay videos.
- Tambien es cierto que los periodistas le cantaron happy birthday a Rob. *-* y tambien en el video que hay, se ve que le quieren regalar una pequeña torta.
- Lo del encuentro con la actriz de THOR, si se hizo, ella misma lo puso en Twitter...
- EL Hotel donde se hospedan es el "Hazelton" y tiene cerca un parque. es el mas lujoso, y su suite es la Presidencial en el quinto piso. Tiene ascensor interno.
- Tambien tiene zona de BBQ, chimenea, terreza, y pagan un adicional por tener mascota (Bear)



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Y... ¿Les gusto? .... u.u

Ojala que sí!... Traté de enfocarme más en los sentimientos y sensaciones que uno siente cuando esta lejos de la persona que uno ama, y cómo es el reencuentro después de casi 15 días... ^^

P.D. *-* se imaginan que salga fotitos asi como esta! los tres paseando por Toronto como una familia! awwwwww *o*! yo quiero!!

Desenme Suerte! Las Quiero. A mi regreso...otro fic (ya saben.. Kristen/Mallorys Pole Dance on 13th)

Besos, Lu.