ROBSTEN FIC (oneshot) - "Just one Kiss of You" - Especial Premier WFE - Parte 1

¡Hola Chicas! como lo prometi en Twitter... aqui esta Este FIC ESPECIAL ROBSTEN por la PREMIER DE "Water For Elephants" en New York! *-----*

Todas quedamos traumadas... al verlos salir de la manito de la Premier el 17 de Abril del 2011....Aquel domingo que se convirtio en el Dia Mundial de Robsten! *-----* y es que como olvidar el  momento crucial para todas! y para ellos.... ¡La cogida de manos y el beso robado de Robert a Kris!

Momento que aun NO lo supero! Ando con el corazón dislocado de felicidad, amor, y nervios.... ¡¡¡Son tan Bellos!!! awwwwww *-*!

Bueno no me hagan caso... xD!.. aqui les va la primera parte... ¡comenten mucho!

LA continuacion puedes leerla aqui:  Segunda Parte Fic Especial ROBSTEN

besos, Lucia.

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One Shot - Fic Robsten:

"Just One Kiss of You”

(Outtake Premier - After Party WFE)

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“My mother was 17 and my father was 25 when they met, they’re still together and look very happy. I’ve grown up believing that you can stay with the same person throughout your life”. – Robert Pattinson.

(Mi mama tenía 17 años, y mi papá 25 cuando se conocieron. Ellos siguen juntos y son muy felices. Yo he crecido con la idea que puedes estar con la misma persona por el resto de tu vida)

ROB - POV

(New York, 17 de Abril 2011)

Mi corazón latía aventuradamente. Hoy iba a ser el día. El gran día. No me refería totalmente al estreno de mi nueva película, no. Si no que ésta alegría, nerviosismo, e incertidumbre se debía al ‘evento’ por así decirlo, de lo que haríamos hoy frente a los medios de prensa por primera vez, sin importarnos nada, absolutamente nada. Daríamos un pequeño gran paso…

— ¿Estas lista, mi amor? —

— No aún no. No seas impaciente, Robert. —  Su voz sonó como melodía… dulce y suave, con un toque de gracia, de la manera que sólo ella sabe. Sonreí.

Me senté en uno de los sillones de la Suite posando los codos sobre mis piernas, y empecé a jugar con mis dedos impaciente… faltaban quince minutos para las 4 de la tarde, y me encontraba listo, en un traje Gucci color gris a rayas y una corbata color vino, impecable para asistir a uno de los eventos más importantes de mi carrera.

Tomé un poco de agua, y suspiré… hace más de un año, estuve en una situación similar, a la espera de la limosina que me llevaría al estreno de “Remember Me”.... Al igual que el año pasado, mis papas, y mis hermanas llegaron desde Londres para apoyarme, así como mis amigos… me sentía tan feliz de tenerlos en mi vida, acompañándome en cada paso pequeño o grande que doy en mi carrera, en las buenas o en las malas, pero no podría estar más contento y pleno de tener a la mujer de mis sueños en cada ocasión crucial y vital de mi vida entera.

Ella era sin duda, la mitad de mi alma, la fuente de mi inspiración.

El almuerzo con mis papas y mis hermanas de este año, había sido tranquilo y muy especial, gracias a los preparativos que me ayudó Steph a realizar mientras yo estaba en Vancouver. Hacía mucho tiempo que no los veía, desde año nuevo para hacer exactos, así que, al instante que los vi esperándonos en el Restaurante del Hotel, mi corazón pegó un saltito de emoción… los había extrañado muchísimo. Ni el teléfono ni los emails eran suficientes para lograr una conexión sentimental verdadera… eso lo sabía muy bien desde que conocí a Kristen… vivir separado de ella era un martirio.

— ¿Cómo está mi bebe hermoso? — me dijo mi mamá a penas me asomé al lugar. Me ruboricé un poquito ante tal situación… y es que para ella siempre seguiré siendo su niño pequeño.

— Ayyy no… — rezongué bajito.

— Oh Hon, no empieces. — me susurró Kris. — Apuesto que harás lo mismo cuando seas papá…

— De eso ni lo dudes…— le respondí serio; mi pequeña bebe, mi mini Kristen, estaría más que cuidada por mí y mis celos protectores… Disminuí el volumen de mi voz, y volví a susurrarle muy cerca a su oído. – Y no me hable de bebes ni me provoque señorita Stewart… porque podríamos llegar tarde a la Premier por su culpa.

Kristen sonrió delicadamente y movió su cabeza de lado… La sentí tensarse, ella sabía lo bien que se me da llegar tarde a las citas por su culpa. Antes de desembrazarme de su agarre para saludar a mi mamá, inhalé el aroma exquisito que despedía su cabello recién lavado… llené mis pulmones de su olor, y recordé nuestra nueva tradición en la ducha… no apta para cardíacos, ni menores de 18 años...

— ¡Hey Kristen!... ¿Todo bien? ¿No te ha dado problema mi hermanito? — preguntó Lizzy arqueando una ceja totalmente mordaz aprovechando el abrazo fuerte y prolongado que le di a mi papá.

— ¿Quieres la verdad, Liz? — bromeó mi amor.

— Oh no le hagas caso, querida…  — la llamó mi mamá aún con delicadas lágrimas deslizándose por su mejilla. Nos habíamos emocionado mucho ante tal encuentro. Vi que Kristen la abrazó fuertemente y se separaron después que mi mamá le dijera algo en el oído que hizo brillar los ojitos de mi Kris robándole una sonrisa… ¡Ya empezaban con sus secretos!

— Sólo quiere fastidiar a su hermanito menor… No perderán la  costumbre, ¿verdad?

— Para nada… o ¿Tú que dices ‘Martha’?  —

— ¡Ayyy Dios! — bufé, y todos se rieron, sólo Kris se acercó y se apoyó en mi pecho, y me infundió tranquilidad con su calor y su mirada, como siempre. Le besé la cabeza, y sonriendo nos acercamos a la mesa para almorzar…

La amo con toda mi alma…

Después del almuerzo, mis padres se fueron a su habitación para cambiarse, y lo mismo hicieron Victoria y Lizzy… ¡Ah! Cierto… Tom y Sam andaban desaparecidos, bueno, digamos que quisieron hacer algunas cositas antes de la Premier, pero les dije que si no estaban en el Hotel hasta las 4 de la tarde, se fregaban.

Miré la hora, habían pasado ya diez minutos, y ella no salía. Pasé mis manos por mi cabello, me mordí el labio fuertemente, revisé mi Iphone, prendí un cigarrillo, tomé un poco de agua, me saqué el saco, me lo volví  a poner, y caminé por toda la habitación del hotel en círculos acompañado de Bear, que me miraba extrañado con sus orejitas paradas... mi cachorrito estaba igual de nervioso que yo, aunque yo le ganaba, obviamente. No lo puedo negar: Estaba nervioso, desesperado por verla salir del tocador… no porque iba a llegar tarde al evento, sino porque quería verla en ese vestido color plata que Ruth había mandado separar para esta ocasión. Según lo que me dijeron mis fuentes confiables –llamémosla Steph– el traje era una joya de J. Mendel, entallado totalmente al cuerpo, cruzado y con mucho drapeado. Exactamente como me gusta.

— ¡Ya estoy lista Hon! — exclamó desde el baño, apareciendo antes mis ojos segundos después.

¡Dios Santo! El mundo dio un giro de 180 grados, se detuvo en ese preciso instante y empezó a caminar a cámara lenta, sin pixeladas por segundo, creo que la fuerza de la gravedad se había desmayado ante tal belleza.

El vestido era hermoso, y en Kristen, una preciosidad. Le quedaba perfecto, mostrando a simple vista su cuerpo moldeado y exquisito, ciñéndose a sus caderas y busto, delimitando sus muslos... y el drapeado a la medida exacta para dejar entrever sus níveas y perfectas piernas… Toda una delicia…

— ¿Qué tal me queda? — me preguntó dando una pequeña vuelta en su sitio... Mis ojos se abrieron más al ver que la parte baja de su espalda era mucho más notoria, mucho más grande... Mis manos cobraron vida propia, y querían dirigirse hacia aquella zona que tanto aman. 

No respondí. Mi boca estaba seca de la impresión, me había quedado sin habla, boquiabierto, atónito, embelesado, como un perfecto idiota enamorado.

— ¿Rob? ¿Acaso me queda mal?

Los cortos y chillones ladridos de Bear interrumpieron mi momento de ensoñación.

— No... No mi vida, Es... Perfecto. — apresuré a decir tragando en seco. Necesitaba tomar más agua.

— Mentiroso… ¡demoraste en contestar! — posó sus delicadas manos en su cintura aparentando estar enojada. — ya lo vi en el espejo… y no me sient…

— Shhh… — atravesé los pocos metros que nos separaban. — Kristen, si te digo que es perfecto, es perfecto… ó ¿Quieres que te lo demuestre?... Te puedo jurar que no tengo problema alguno en volver a vestirme… — aminoré la distancia hasta poder sentir su respiración, acuné su rostro en mis manos dándole una mirada entre tierna y descarada, invitándola a desvestirnos y mezclarnos nuevamente en la cama.

— ¡No Rob! No quiero que hoy llegues tarde. —

— No lo haré. —  le respondí quitando un ondulado mechón de sus ojos verdes y empezando a besarle el cuello. Ella liberó un débil jadeo, y no tuve más remedio que deleitarme con él y querer mucho más de ella.

— Hablo en serio… Rob... — cerré los párpados con fuerza.

— No sabes ni lo que dices. — alzó una ceja en clara señal de protesta mas no le hice caso, seguí trabajando sus zonas más vulnerables afirmando mi agarre y serpenteando mis manos por su cadera. La besé suavemente, hasta que ella decidió profundizar el beso, y no me negué a sus encantos, a su sabor dulce, a la textura de sus labios… Sentí que se removió a mi toque atrevido... Un poquito más y tiraba al tacho mi promesa de llegar temprano a la alfombra roja.

Uno de los dos tenía que lograr retener las fuerzas necesarias para separarnos… porque estábamos a centímetros de la cama, y ella nos invitaba a sumergirnos en sus sábanas en una danza febril y apasionada.

Pero ninguno de los dos éramos capaces de hacerlo… Era idóneo… Sólo Bear con sus ladridos continuos logró descendernos de nuestro cielo personal.

Era hora de enviar al pequeño Bear a dar un paseo con John.

— Rob…

— Mmmm…  — se separó de mi aún con los ojos cerrados, nuestra respiración ya estaba arrítmica y agitada… nos estaba costando mucho trabajo alejarnos.

Yo quería hacerle el amor en ese preciso momento.

— Sé lo que vienes pensando desde hace unos días…

— Kristen… Sólo será algo extra que adornará ese precioso anillo. — enmarqué su rostro e hice un puchero al propósito, pero ella no accedió, negó con la cabeza.

— ¿Sabes que te amo con toda mi alma, y que con solo tenerte a mi lado es más que suficiente, no?

— Si… pero yo te amo más. — Sonrió.

— No es necesario que me obsequies nada más, Rob… lo de mi cumpleaños fue maravilloso, y lo de hoy día con tus papas… increíble… — Suspiró con tal vehemencia que hizo que mi pecho de infle de alegría. —…Estoy más que feliz, Rob.

— Y yo soy feliz que estés aquí conmigo hoy día. —

— Nunca dejaría de estarlo. Nunca. — se acercó a mi rostro empinándose un poquito y depositó un casto beso en mis labios, le acaricié la espalda y la apegué más a mí afianzando nuestro  electrizante contacto.

Hoy día, me sentía vivo, contento, feliz, dichoso, orgulloso, satisfecho, pleno… al lado de ella.

— ¡Hey Chicos! ¿Podemos entrar, o debo taparme los ojos? — gritó una voz chillona y familiar desde afuera.  Me pregunto dónde estaba Dean en estos momentos para que ‘filtre’  las visitas.

—Oh, Mierda. — maldijo Kristen. Se arregló el cabello, y me dirigí a la puerta de entrada arreglándome la camisa y la corbata… no sé en que momento, los primeros botones de ésta se habían desabrochado… sí que las manos de Kristen habían sido muy rápidas y eficaces.

— ¿Qué hacen aquí? —les pregunté sagaz.

— Tú nos dijiste que estemos listos a las 4 en punto, y aquí estamos, como buenos ingleses que somos. — explicó Tom ingresando al dormitorio con una sonrisa burlona.

Entrometidos. Idiotas.

Sam lo secundó encogiéndose de hombros mientras Bear le movía la colita y trataba de darle pequeñas lamidas. Habían congeniado muy bien los pocos momentos que pasaron juntos, que hasta creo que ya encontré un nuevo ‘nanny’ para Bear y Jella…

—Wow… estas bellísima Kristen. —

— Gracias. Y ustedes también, les asienta muy bien ese color. — respondió el cumplido aún con la cara ruborizada. Me dieron ganas de sacar a patadas a mis amigos, y quedarme nuevamente a solas y poder comérmela a besos.

— Bueno, es hora de irnos Kris, me dijo Steph que te avisara y te llevara a la otra habitación para que te maquillen y te arreglen el cabello.

— No me quiero ir tan rápido. — me dirigió una mirada inocente pero triste. Empezaba nuestro momento de separación, debíamos ponernos las caretas y fingir que nada pasaba… al menos durante la premier, a la cual iríamos en diferentes carros. Después ya todo cambiaría...

— Órdenes son órdenes. Vic y Liz ya están arregladas. Ahorita, si no me equivoco deben estar peinando a la Tía Clare. — agregó Sam.

— Oh… bueno… ehhh… — torció los labios y empezó a desbaratarse el cabello.

— ¿Chicos la esperan afuera? Sólo cinco minutos. —

— Conozco eso de “cinco minutos” y termina siendo media hora… y después…

— Ya, ya, Tom, andando… — le palmeó la espalda, y lo se lo llevó a rastras. — Nos vemos Bear…

Mi cachorrito ladró despidiéndose y los acompañó hasta la puerta. Cuando ellos la cerraron tras de sí, Bear aún siguió sentadito esperando que regresen sin dejar de mover la colita.

— Mi vida… nos veremos en tan sólo dos horas… No es mucho. — le pasé un brazo por la cintura para atraerla hacia mí.

— Lo sé. Está bien. — me regaló un sonrisa acongojada, sus ojos verdes clamaban por mi. Teníamos sólo quince horas para estar juntos y disfrutar de nosotros, sin ataduras de contrato ni acuerdos, ya por fin eso había acabado, pero esas pocas horas no serían suficientes para ninguno de nosotros, ella viajaría a Vancouver mañana... Y no la tendría entre mis brazos varios días...

— Te veré en el Teatro.

Caminó unos pasos, llamando la atención del cachorrito que la siguió alegre. Estaba a punto de salir de la habitación, cuando me apresuré y le di el alcance, la llamé por su nombre y la atraje hacia mí, fue tal la fuerza que ejercí que la tuve a milímetros de distancia en un segundo, rozando nariz con nariz, sintiendo su halito fresco y el tibio contacto de su cuerpo.

Sin esperar a más, nos fundimos en un beso apasionado, con soltura, y amor. Llevó sus manos a mi cabello y lo apretó en un puño para luego recorrer la curva de mi cuello y mis mejillas acariciándolos. No queríamos separarnos ni hoy ni nunca.

— Eres lo más importante de mi vida Kristen. — hice una pausa mirándola a los ojos con total profundidad y sinceridad.  — Lo único que quiero es tenerte lo más cerca posible de mí... siempre...

Le besé la barbilla, y ella esbozó una sonrisa hermosa, de esas que adoro y que prometí en Navidad robar cada vez que pueda de su rostro.

— Te amo, Rob.

Un besito más y salió del cuarto... Bear y yo nos quedamos mirando un rato como si hubiéramos sido abandonados... ¿Qué sería de mi vida si no la tuviera a mi lado?

La amo tanto... Tanto... Que sólo con ella siento que estoy vivo.

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Durante todo el trayecto al Teatro Ziegfeld, estuve un poco inquieto y nervioso. Apretaba el tabique de mi nariz, desordenaba mi cabello una y otra vez, y quería sacarme la corbata del cuello. Me sentía juzgado, como si estuviera a punto de rendir un examen, y efectivamente, en cierto modo así lo era. Era un paso trascendental que decidiría y daría un giro grande a mi carrera como actor.

El auto se estacionó, y a penas bajé de él, me encaminé a las fans, no sabía cómo agradecerles todo el apoyo que me estaban brindando, supe que se habían aglomerado desde ayer en la tarde, teniendo que soportar lluvia, bajas temperaturas y el clima cambiante de hoy.

Firmé varios, no, demasiados, posters, libros, fotos, revistas, tarjetas, cuadernos, libretas, de todo, y me tomé varias fotos con ellas. Habré estado como media hora o más con las fans, no lo sé, pero sí que mi mano la tenía un poco entumecida. Pero bueno, no era un gran problema, es más, si de mí dependiera el tiempo, el lugar y la situación, hablaría con cada una de ellas, y les agradecería su infinito apoyo.



 

Se sentía muy bien… Sin embargo y aunque esté aquí sonriendo, mi interior me repetía cada segundo por Kristen, deseando que todo haya salido bien y hayan podido traerla sin inconvenientes ni imprevistos. Mis nervios aumentaron un poco con sólo pensar en negativo. Debía preguntarle a Dean de inmediato, si es que sabe algo de ella.

Me despedí con la mano al escuchar a Steph decirme al oído que era hora de las entrevistas y si era posible, las fotos oficiales con Reese.

 
Me arreglé la camisa, y proseguí nervioso al encuentro con mis coprotagonistas. Hubiera sido genial traer a Tai... Pero claro, nadie me hace caso... En fin, sólo lo dije de broma dos veces, y el rumor que estaba saliendo en citas con Tai, se regó como fuego en pólvora... Fue muy gracioso.

— Hi chico sexy. — me saludó Reese dándonos un abrazo. Steph me quitó de inmediato mi botella de agua. — ¿Cómo estás? —

— Bien… eso creo. — le respondí. Nos dieron algunas indicaciones, y posamos para las cámaras. Algunos invitados aprovecharon la ocasión y se tomaron fotos con nosotros, luego, fuimos anoticiados que era hora de empezar con la rueda de entrevistas en parejas.

 

Pop Sugar, MTV, ET, Access Hollywood, Fox, y más... Fueron breves y concisas, incluso hasta divertidas como la de E! (y su pregunta acerca de “si me cambié de equipo, y ahora soy Team Jacob” en gran alusión al lobo), ó la de Josh que quería saber si habíamos llorado al terminar las grabaciones de “Twilight”… Me encontraba más relajado, sereno e incluso hasta hice bromas… o traté de hacerlas, porque muchas veces no me salía ni una. A Reese le salían mejor.

ToR (Mtv-Josh)



Minutos, o tal vez segundos, no tomé la cuenta, se nos acercó la creadora de este genial libro, y nos volvió a agradecer la oportunidad de llevar su historia a pantalla grande. Más bien, yo debería agradecerle por una oportunidad tan importante como ésta. Única y asombrosa.

Hablé con Dean, bueno no hablé, sino que mediante señas y movimientos certeros de cejas, me confirmó que Kristen ya estaba adentro esperándome con mis papás. Respiré más tranquilo, y seguí con el show en la Alfombra Roja. Todo iba marchando viento en popa. Nos tomamos algunas fotos más, ya esta vez con Sara, Christoph y Hal Holbrook.

— Es hora Rob. Debes entrar de una vez.  —

A penas crucé la puerta de la sala de proyección -acompañado de Steph-, las luces cambiaron, se tornaron más cálidas y brillantes que las del Atrio y la antesala; las sillas rojas afelpadas estaban ya ocupadas por muchas personas, entre ellas, personalidades del espectáculo que no había tenido oportunidad de conocer, al lado izquierdo, cerca a la pantalla, estaba Reese conversando con Francis; por el gran alboroto de afuera no me había percatado que estaba bellísima en ese vestido blanco con pequeños detalles en encaje negro… pero obviamente que mi Kris estaba mucho mejor, no hay duda.

Suspiré.  

Proseguí la búsqueda por mi familia, mis amigos y mi Kristen. Avancé entre los invitados, saludándolos e intercambiando algunas líneas en cuanto ocasión se presentase, hasta llegar a la zona central del auditorio... Ahí estaban... Aquellas personas que me han apoyado todo el largo de mi carrera, y me han aguantado miles de cosas… no podía borrarse la sonrisa de satisfacción y orgullo de entre los labios de mis papas, mis hermanas, mis amigos y mi Kristen. La sensación de mi corazón hinchado de felicidad y plenitud le arrebató los últimos latidos...

— Hola mi amor. — le dije a Kristen después de saludar a mis padres y hermanas nuevamente. Quedé boquiabierto al sólo verla, mis ojos bebieron de su belleza natural realzada por un labial rojo vino y su silueta estaba mucho más estilizada gracias a unos zapatos negros de taco muy alto. No me había equivocado... No podría existir en el mundo otra criatura tan hermosa como ella. Crecieron en mí unas ganas imperiosas de estrecharla entre mis brazos, no podía controlar en ese instante la avalancha de sensualidad que surgía en mi interior.

Dio un paso hacia adelante con la mano extendida como invitándome y no dudé en tomársela. Ahora todo es diferente.

— ¿Viste que no me demoré, mi amor?

— Igual te extrañé. — me contestó susurrando sobre mi cabello. No veía la hora que apaguen estas luces y besarla.

— Llegó sana y salva Rob. Creo que nadie se percató de nuestra presencia. Todo fue tan rápido. — recalcó uno de mis amigos.

— No era necesario que hagan esto. — les dije.

Tom y Sam se encogieron de hombros restándole importancia. Ellos sabían muy bien que los hubiera querido ver en la alfombra roja, pero insistieron en no hacerlo, para de esta manera, cuidar y acompañar a Kris. Mi vida también sabía que con toda mi alma hubiera preferido llegar en el mismo auto con ella o al menos que pose para las cámaras como el año pasado lo hizo... pero ella terca me convenció de no hacerlo.

— Si era necesario, Rob. Es tu fiesta, tu día... Una fecha importante donde tú eres el protagonista, no yo... Hoy, sólo soy tu novia.

— Y futura esposa, no lo olvides. — le sujeté más fuertemente la mano que portaba el anillo de diamante, puedo jurar que mi mamá soltó un suspiro largo y pronunciado.

— Nunca lo haré. — me respondió y sentí crear en mi rostro una sonrisa de oreja a oreja.

Pasaron alrededor de diez minutos y nos invitaron a tomar asiento; las luces se fueron apagando progresivamente hasta dejar el lugar en una profunda oscuridad. La luz blanca-azulada del reflector enfocó la imagen del Productor del Filme, y empezó la presentación oficial de la película. Tomé la mano de Kris y le di un sutil beso en el dorso para luego entrelazarla a la mía...

Se sentía tan perfecto tenerla a mi lado... Mi mundo estaba completo, mi corazón estaba en su hogar.

Estaba, sin duda alguna, plenamente feliz.

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“- Hola, Soy Jacob… eres una belleza ¿lo sabes?, aunque tu piel está un poco áspera… deberías cuidarla mucho más, ya que lo primero que uno nota en una mujer es la piel, la cual te dice su edad (…)” (WFE)

— oh... Hon, Te ves adorable con Rosie en esta escena. — musitó Kris al verme congeniar con Tai. La elefanta me estaba dando un saludo muy peculiar de bienvenida, acariciando mi rostro con su trompita. Me emocioné al recordar ese día en el Set y sonreí.

— Ah... Gracias... — Sonreí más.

— Mmmm... ¿Sabes? creo que los rumores eran ciertos. Empezaré a sentirme celosa de ella. — se cruzó de brazos.

— jajaja, Oh… ven aquí. — le contesté entre risas suaves trasladando la yema de mis dedos por su mejilla y su mandíbula, aparté delicadamente un mechón de su rostro, y lo giré hacia mí. Me sonrió y la besé. En ese instante, y como siempre me sucede, sentí la agitación de mi corazón desbocado a mil, el cómo era capaz de derretirme al probar sus labios exquisitamente suaves; los sentidos se me nublaron al tanto que mi rostro adquiría un nuevo color, tuve que reprimir un grito ahogado y las ganas que tenía por ella...

Estaba loco... Estoy loco por ella.

— Gracias por estar aquí conmigo. — alzó nuevamente su rostro y reclamó otro beso. — No dejaré de repetirlo… —

— Rob... ¿No te había dicho lo orgullosa que estoy de ti? — sus ojos brillantes se encontraron con los míos, y a pesar de tener poca iluminación, noté claramente sus sentimientos, una mixtura de amor, admiración, y encanto.  Mi esposita estaba orgullosa de mí, de mi actuación, y para mí, eso bastaba.

— Gracias mi amor... Tus ojos me lo dicen Kristen… pero, ¿sabes? Yo lo estoy más de ti. — le toqué la punta de la nariz con mi dedo.

— Oh calla... — hizo una mueca, para luego sonreír apenada, perfectamente sus labios destilaban dulzura y magia, que no me resistí a darle otro beso.

Premié en ese instante a la oscuridad leve de la escena y lo mucho que estaba el público  entretenido viendo la película, si no... Ya nos hubieran echado palomitas de maíz y vasos descartables…

Ok… bromeo.

En fin, resultó siendo un juego divertido como tantas otras veces. Cada vez que había escenas oscuras, de noche o en penumbras, le arrebata un beso; Y cuando cambiaban a escenas a plena luz del día, me erguía correctamente en mi sitio. La única diferencia que había en esta ocasión era que la tensión, la coacción y el que dirán ya no estaban presentes, se habían esfumado en cuanto se venció nuestro contrato de casi 4 años de duración el pasado viernes. Nos sentíamos con total libertad de hacer lo que queríamos, y según lo que me dijo Kristen, haríamos todo con cautela, poco a poco, paso a paso… Ella delimitaba las pautas, pero yo implantaba las acciones. Así que hoy empezaríamos con ‘algo’ crucial y nuevo para ambos, y dependiendo de la incomodidad o soltura del momento, veríamos como nos desenvolvíamos después.

Esbocé una sonrisa de satisfacción de sólo pensar en lo que vendría a continuación. A la salida del Teatro.

— Kristen… — clamé nuevamente su atención, si seguía así con esta manía de atraerla cada vez que podía, no la dejaría ver la película completa… aunque podría comprar luego el DVD.

Soy un genio.

— Dime, Hon. — ladeó su pequeña cabeza hacia mí.

— Amo tu vestido. — intuí su sonrisa. — En verdad lo amo… Me fascina como te queda. — suspiré desarreglando un poco mi corbata, sentí mi garganta secarse. —…y lo bien que combina con mi terno.

— Por eso lo escogí, hoy me vestí para ti. — volvió a musitar. — Es mi regalo especial… —

— Hmmm... Genial, lo disfrutaré más tarde… Me encantará quitártelo… —

— Shhh, ¡Rob! ¿Acaso podrías susurrar más alto? ¡Tu papá está delante tuyo! Nos puede escuchar. — me reprendió en voz baja.

— Te aseguro que no lo hace. — reí bajito. —

— ¿Qué hay de los que están atrás? — agregó ceñuda manteniendo el tono de su voz bajo.

— No me importan en lo absoluto. — afirmé. — Nada me importa ya, Kris… Estoy feliz.

Sonrió complacida, rápidamente borré las pequeñas líneas que se formaron en su frente, y le di otro beso.

En serio me sorprendía que a este punto de la película no nos hubieran arrojado cosas.

Aislados completamente del ruido, de los murmullos, de la película en sí, disfrutamos de cada minuto juntos para consentirnos… unas escenas más, besitos robados, un apretón suave en sus muslos, más miraditas de alegría con un matiz de deseo, un par de besos más, una caricia como pluma en su piel, en mi piel, su aroma embriagante... La hora se paso volando... Debo reconocer que estábamos en nuestra burbuja imaginaria…  

Burbuja que se rompió cuando se acercó el final de la película.

A Kristen le encantó. A mí también… Aunque voy a asegurarme de comprar el DVD luego para verlo con detalle, ya que por mirar a la princesa que tengo al lado, me perdí muy buena parte del filme. No me culpen… sólo que es inevitable no sentir el hormigueo intenso al estar al lado de ella, es una sensación arrolladora, que muchas veces no puedo explicar… y eso me gustaba… me gustará por siempre.

No nos detuvimos en la Sala, dejaríamos las pláticas para más tarde, en el After Party. Lo que queríamos era salir sin mucho tumulto, para pasar esta primera prueba de una manera casi desapercibida. En nuestro camino al Atrio, nos topamos con varios invitados que habían salido antes, en su mayoría eran mujeres, una de ellas, se acercó a nosotros tranquilamente, y lo primero que hizo fue felicitar a Kris por sus excelentes películas -yo no podía estar más conforme- y le pidió por favor tomarse una foto con ella… fue un poco gracioso y raro, porque después de unos segundos en los cuales Kristen accedió tímida, la chica volteó a mirarme y me saludó avergonzada…

Y bueno, no puedo culparla… Kristen siempre sobresale esplendorosa, como una estrella brillante en el firmamento. Yo a su lado… no había comparación.

¿Ya dije que la amo?

—Señor Pattinson, me acaban de informar que afuera está despejado. No hay periodistas asediando la entrada, sólo una veintena de muchachas portando cámaras fotográficas y de vídeo. — Nos informó mi seguridad un par de minutos después.

— Gracias Dean. —

— Me avisa cuando esté listo, pero le recomiendo no demorar.

— Muy bien, gracias de nuevo.

Dicho esto, Dean se retiró unos metros y aguardó a mi señal, como siempre lo hacía. Steph ya estaba a su lado conversando o ultimando detalles con Nick.

— Mi amor, ¿estás lista? — asintió. La cogí de la mano, y pude percibir su nerviosismo. La entendía muy bien. — ¿Estás segura que ya te sientes preparada? Es un paso importante. — traté de disimular mi sonrisa.

Desde hace años, deseaba hacer esto. Como cualquier persona normal totalmente enamorada: Salir de la mano con mi novia, mi futura esposa de cualquier evento, cualquier circunstancia, sin tener que ser señalado, ni culpado de falsas, ni con un peso cargando en mis hombros. Era precipitado hacer esto, lo sé, a tan solo un día y medio de haber terminado las Grabaciones oficiales, pero las ganas, las ansias que sentía en mi interior como un volcán en erupción, eran cada vez más fuertes... Todo el mundo se iba a enterar que hoy, desde hoy, empezaba una nueva era...

Por fin, uno de mis sueños hechos realidad... El próximo, ya saben cual es...

 — Puedo esperar. — le dije, con la esperanza colgando en un hilo. Si ella aún no estaba lista, o se arrepentía en el último minuto, no la iba a forzar. Su felicidad es muy importante para mí, como para tomarla a la ligera.

— Si. Estoy lista. — se aclaró la garganta. — Como te lo prometí, Rob... Desde ahora todo es diferente, nuevo, y ya no tenemos porque ocultarnos más.

— Entonces, vamos. Seremos rápidos. —

— Como deseas, mi amor, hoy es tu día. —

Sonreí y antes de caminar por el pasillo que nos llevaba a la salida, le di un beso en la frente, y ella me respondió regalándome una sonrisa sincera y tímida...

— Coge mi mano fuerte. — le dije y ella lo hizo apoyándose un poco sobre mi costado. La miré por última a los ojos antes de atravesar la puerta infundiéndole seguridad, y le susurré: — No sabes lo feliz que estoy al hacer esto… por fin…

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Continuará..

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---->>>> CONTINUACION: SEGUNDA PARTE DEL FIC ROBSTEN <<<-----

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MIL BESOS CHICAS Y QUE LES HAYA GUSTADO EL REGALITO POR PASCUAS! =)

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¡GRACIAS POR TODO!

¡FELICES PASCUAS! =)
Lu.