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jueves, 11 de noviembre de 2010

Capitulo 6: Falling in Love for the Last Time


Falling in love for the last time -
(outtake)

Capitulo 6: Yes, I do
(montreal - Agosto 2010)
 
 

KRIS - POV


El despertador sonó con un estrepitoso ruido que casi me deja sorda, lo odié en ese momento, porque no quería que nada ni nadie por ningún medio despierte a mi novio. ¿Por qué? Por una sencilla razón... Amaba su rostro con rasgos cincelados destilando paz, tranquilidad y sensualidad cuando dormía. Era como una vitamina directa a mi corazón y a mi cuerpo que diariamente debía de tomar, y de la cual me estaba volviendo extremadamente adicta.

Abrí los ojos, y con un ágil movimiento, casi destrozo al inoportuno reloj, no podía creer que fui yo misma la que lo programé a esta hora. Me estiré suavemente, y sentí de nuevo un ligero dolor muscular que entumecía un poco mis piernas y brazos, como si hubiera hecho largas horas de ejercicio en el Gimnasio. Estaba de más decir que soy haragana en cuanto actividad aeróbica se refiere, pero ésta inexplicable sensación, tenía nombre propio: mi trabajo y mi Rob.

Amaba mi trabajo, siempre lo hice, pero desde que él entro a mi vida, todo cambio, mi primera prioridad era él, mi corazón solo respondía a su nombre y mi cuerpo solo reaccionaba a sus caricias. Lo adoraba con locura, amaba sus manos agiles recorriendo mi cuerpo, sus caricias sutiles en mis zonas mas susceptibles, sus besos trazando mares de pasión, y sus palabras llenas de amor y deseo que susurraba en mis oídos cada vez que me hacia el amor.
Era perfecto...

Era inevitable no admirar la belleza del hombre que tenía a mi lado. Su cuerpo totalmente desnudo era un arma de doble filo para mí, ya que con sólo mirarlo producía en mí, aquella sensación de electricidad que me estremecía y me invitaba a no despegarme de las sábanas y entregarme nuevamente a sus brazos.
Pero... El deber y un contrato era lo que me obligaban a levantarme de la cama...

Me incorporé de puntillas, tomé una ducha, y me vestí sin prisa teniendo mucho cuidado en no hacer ruido. Di una mirada rápida al dormitorio y estaba hecho un desastre, con la ropa desordenada y esparcida por el piso. Me Sonreí, y evoqué los momentos de anoche, del cómo no tuvimos tiempo ni razones para no amarnos con frenesí apenas cruzar la puerta. Nunca tendría suficiente de él... Su intensidad desbordaba por sus poros, y yo estaba más que satisfecha en sus brazos.

Cuando terminé de arreglarme, me acerqué y me paré a su lado derecho, odiaba despertarlo, pero tenía que ponerlo al tanto.
- Amor, despierta. - le dije muy cerca a su oído casi susurrando, segundos después. - Ya me voy.

- mmm... ¿ah? ¿Que...? - Parecía un niño evitando la escuela a las 6am... Su cara ensimismada y casi confundida me mataba... Si verlo dormir era mi vitamina, admirarlo de esta manera era mi heroína.

- No te preocupes, sigue durmiendo, te veo después. - le dije dándole un beso rápido en sus labios, acaricie su mentón, tenia ya rasgos de una ligera barba. Me encantaba así.

- No... No te vayas... Aún está oscuro. - me pidió aún somnoliento, luego, me agarró del antebrazo, jalándome hacia él, hacia su pecho perfecto y desnudo. Miles de ideas vinieron a mi mente, y muchas de ellas no eran nada santas.

Pero otra vez recordé el motivo de mi estadía aquí en Canadá: mi trabajo. Suspiré desanimada, ya no veía las horas de acabar todo esto en dos días e irnos a nuestra casa en LA...

- Es hora de irme babe... Se me esta haciendo tarde. - pasé mi dedo por su rostro, mientras el sonreía. - Te amo.

- Creo que estoy soñando... Huele delicioso... - suspiró. - Oh si... Me está hablando un ángel...

- ... - me quise reír, estaba totalmente inconsciente, todavía no se percataba que era un nuevo día... - Amor, tengo que ir a grabar algunas escenas... Terminaré temprano hoy.

Todo sucedió en un minuto, abrió sus ojos, y totalmente confundido, angustiado y con cara de estar recordando donde estaba, me asió más a el, encerrándome en sus brazos fuertemente... Me miró fijamente... Y aprovechándose de mi vulnerabilidad, nos rodó en la cama, quedando atrapada entre sus brazos y piernas. La visión de su cuerpo desnudo, distrajo todo pensamiento coherente, y solo deseaba una vez más ser amada. Recorrí con mis dedos las líneas marcadas de su pecho y jugueteé con sus pezones, estaba a pocos minutos de perder la razón y olvidar toda obligación laboral, sólo ceñirme a la de esposa dedicada y apasionada.

- ¿qué? ¿Hoy también? - me preguntó con tristeza y receloso, recargando su mejilla en la mía. Sentí un escalofrío cuando nuestras pieles ardientes se rozaron.

- Si... Ayer nos demoramos mucho con otras escenas... Y debemos ponernos al día... - pronuncié casi sin voz, estaba cediendo a su juego de seducción visual y corporal...

Presionó más su cuerpo sobre el mío rozándome, y, sujetándose en sus fuertes brazos, empezó a besarme deliberadamente por mi cuello durante largo rato, hasta enterrar su nariz entre mis cabellos. Por co acción cerré los ojos dejándome llevar por el momento, de pronto paso una mano delicadamente por mis senos incitándolos, y me estremecí; A pesar de estar cubierta con mi polo y top, pude percibir el calor de su piel, y cómo mis pezones reaccionaban de inmediato a su tacto.

- Tienes mucha ropa. Me siento en desventaja. - su aliento cálido irrumpió mis lóbulos como ráfaga fortuita. Tuve que poner a prueba toda mi voluntad para no ceder y entregarme a él... "Malditas responsabilidades"

- No insinúes nada amor, tengo que ir a trabajar... Garr... - corregí de inmediato. - ya me están esperando.

- Diles que esperen más, quiero saborear este último momento, y marcarte nuevamente como mía, para que lo noten a kilómetros de distancia, y nadie se te acerque. - me dijo sensualmente con voz ronca, el casi mencionar el nombre de Garrett lo puso loco de celos... Y la intensidad posesiva que mostro me escarapeló el cuerpo...me gustaba, era sexy, romántico, apasionado... Lo que más adoraba de él.

- Soy tuya. Y de nadie más, ¿es que acaso no lo sabes?

- Si lo sé, pero no tienes idea de lo que siento cuando lo escucho de tus labios... Es... Fascinante. - sonrió.

Recorrió con sus manos la línea curva de mi cuello hasta mi cintura, se le notaba desesperado por arrancarme la ropa, pero él sabía que estaba sobre la hora, y cosas como ésta, no se podían hacer en pocos minutos, NO con él como novio. Bajó por mis caderas, y me deleito su mirada tranquila y comprensiva. El sonrojo de mis mejillas fue disminuyendo y nos mantuvimos así por largos minutos, disfrutando el momento.
No me equivoqué, todo en él era perfecto.

- Bueno, vámonos. - dijo al fin, después de hacer un gran esfuerzo por no rescindir sus instintos y calmar los míos.

- Hoy es domingo, Hon. ¿No quieres descansar unas horas más?

- No, lo que quiero es estar contigo, a tu lado, en donde estés. – respondió. - a no ser que, decidas no ir y quedarnos aquí... No me opondría en lo absoluto.

- No me hagas sentir mal... Tengo que trabajar... Sabes que si fuera por mí, preferiría mil veces pasarla junto a tí.

- Te amo Kristen, y lo que menos quiero es hacerte sentir mal. - dijo acariciando mis mejillas, yo le sonreí y le di un beso suave en su nariz. De inmediato se acomodo a mi costado, quedando frente a frente con mayor confortabilidad, apoyó su cabeza en su brazo izquierdo, y con la otra mano, cogió la mía, entrelazándolas. - Vámonos, pero antes... Otro besito...
No me negué, nunca podría negarme a darle un beso, porque me tenía embriagada de amor y pasión, porque él era mi vida, porque simplemente rozar sus labios y saborearlos era mi elixir de vida.
...
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¿Por que cuando quieres que las horas caminen más rápido, sientes que se vuelven en tu contra y se proponen en hacerte sufrir?
La respuesta no la sé, pero quisiera averiguarlo, para saber si existe modo humano posible de modificarlo, y calmar las punzadas que siente mi corazón a cada segundo del ritmo no acompasado de mis latidos.

Mi jornada se estaba volviendo larguísimo, preferiría mil veces estar sentada todo el día dando entrevistas al lado de Rob, antes que parada aquí grabando escenas bajo un fuerte sol y sin él...

Era urgente. Teníamos que discutir hoy mismo, sobre nuestro futuro viaje a Argentina, ya todo el elenco principal estaba informado del itinerario, días de descanso, clima, y ropa necesaria para llevar, ya que la temperatura por esa zona era intensamente fría. No veía la hora de caminar despreocupadamente con Rob por la nieve, o por las zonas forestales. Seria magnifico, y sobre todo tranquilo, sin la prensa siguiéndonos... Todo estaba ya arreglado, y la seguridad era especial.

Solo me quedaban dos días aquí en Montreal, luego partiría con Rob a LA, pero yo quería cuanto antes confirmar su cálida presencia a mi lado durante la travesía a Bariloche... según Ruth, no habría problema, los productores no se negarían a nada que no comprometa su presupuesto...
Genial...
Solo una voz cortó mis pensamientos... ¡Diablos! No me dejaban ni siquiera soñar despierta.
- Hey Kris, ¿sales hoy? - preguntó sentándose en la banca del porsh de 'nuestra' ficticia casa.

- No lo sé Garrett, pero supongo que sí. Iré con Bob. - le contesté de mala gana, rodé los ojos, total... ¿a él que le importaba a donde voy?

- Mmmm... Me preguntaba... él no entiende tu trabajo, ¿verdad? - me comentó con voz audible, pero como si tuviera una pelota en la boca, totalmente diferida. Arrugué la nariz en señal de desaprobación. - Digo, ayer saliste cansada, y no le importó, porque igual te llevo a un Club... Creo que debería dejarte descansar y relajarte...

- Garrett... - empecé. - No es tu problema lo que yo haga y deje de hacer. ¿Ok? Ya estoy suficientemente grande para decidir por mi misma. ¿Acaso crees que yo haría algo que no quisiera?

- No dije eso...

- Por favor. No lo dijiste pero lo pensaste. Limítate a no hacer esos comentarios.

- Te tiene muy asfixiada.

- Mira Garrett, me caes bien, eres mi amigo, pero en mi relación, no te metas. ¿Te parece? Y perdóname si soy pesada, pero...

- ok. Te entendí... - me contesto apenado, fui un poco dura con él, SI, pero odio cuando se meten en mi noviazgo con Rob. Se que muchos me veían como una estúpida lamb, dispuesta y sometida a él, pero estaban equivocados... Y si así fuera... ¿A quien le importa?

- No, no lo hagas... ven, vamos a ensayar esta ultima escena antes de grabarla... Quiero que salga perfecta, para largarme de aquí de una buena vez. - enfaticé.

- Como quieras. - hizo un ademán con las manos y se encogió de hombros. Siempre fui directa, y siempre lo seré, no andaba con rodeos, y lo que pensaba lo decía sin tapujos, es mi personalidad, y nadie podrá cambiarme.
..
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Caminé hasta el Set 4, el cual lo habían acondicionado como zona de catering, tenía en una mano los papeles que contenían los guiones de las últimas escenas dobladas en cuatro. Seguía de mal humor, y todo gracias al tarado de mi co protagonista, menos mal que la última toma era una escenificación de ira, y me prendí de la pequeña pelea anterior para verter mi enojo en él.
De alguna manera tenia que aliviar esta represión.



Cuando me iba acercando a la zona de comida, pude observar dos figuras conocidas en ademanes nada discretos e infantiles, eran Rob y Tom, ¡Por dios! ¡Que niños podrían llegar a ser estos dos! Y así, con carita de nene indefenso y avergonzado frente a las presiones del chico malo, lo encontraba más que adorable. Muchas veces me preguntaba, que fuerza interna o externa no me permitía que me abalance sobre él, ahí mismo; en este lugar y frente a todos perdiendo mi autocontrol.
Mmmm... Si, creo que es el "Pudor".respondió una voz en mi cabeza.

- hey chicos, ¿qué hacen? -

- Nada. - me contestó Rob encogiéndose de hombros.

- los he visto jugar desde lejos... Así que no digan que nada...

- ok. Estábamos viendo las fotos de Robby de anoche. - respondió inmediatamente Tom agitando con su mano derecha el celular. - Ya están puestas por todo internet... Vieras la cara que trae... - concluyó mofándose y dirigiendo su atención nuevamente al aparato.

- Hon, pensé que usabas tu iphone para ver videos... ¿Por qué ahora l...? - cuestioné frunciendo el ceño, y mirando su sonrosado rostro perfecto, aquel excitante rubor me hizo recordar todas las veces que nos amábamos bajo las sabanas hasta decir basta.

- hahaha mira ésta, seguro te interesa. - de inmediato, Tom me mostró unas fotos a gran resolución. Para que hice la maldita pregunta, me hubiera quedado callada, pero claro, mi curiosidad era más que la conciencia... Y toda la sangre que se me subió a la cara por pensar en cosas lujuriosas se turbó...

- Tom... - escuche decir. La voz no sonaba ni molesta, ni desesperada, solo apenada.

- ¡shit! ¿Cuántas de estas más hay? - pregunté exaltada... Las fotos que tenia al frente, debo reconocer, no eran exageradas ni representaba nada fuera de lo normal, pero la rabia que sentí de no haber estado a su lado, sirviendo de defensa y protección, me fastidió; y como no hacerlo, si estas chicas aprovecharon mi ausencia para manosear a mi Rob a su deliberado gusto. Si yo hubiera estado presente, tengan por seguridad que no lo habrían hecho. Pero más rabia sentía al ver a una chica muy pero muy parecida a...
- mira mi preferida. - volvió a señalarme otra foto, el gato saltarín de Tom estaba de lo más feliz y contento, como si lo disfrutara.

- cállate Stu. Contigo no es. Me vas a explicar de inmediato que es esto Robert.

- Sólo fotos con fans, mi amor. -


- Tienes una suerte con las teñidas. - le dije con sarcasmo. - ¿Con que derecho te cogen así? Parece que las conociera de siempre... Y ésta se parece a Emilie... - señale a una chica bajita, rubia que situaba su descontrolada mano en su cuerpo.

Pronuncié ese nombre con una fuerte quemazón en la garganta. Maldita Emilie... Solo recordar como ponía sus manos en el pecho de mi novio en la premier de "Remember Me" me producía nauseas, y mejor ni opino sobre las escenas hot que grabó con él... Tener la desfachatez de declarar en una entrevista que aquellos momentos fluyeron de lo más natural... y "que lo disfrutó mucho".

- Mi amor, no te pongas así, ella no es Em….Emilie.

- Ya lo sé, ¿crees que estarías vivo si fuera ella? – cuestioné alzando una ceja. Él tenia razón, no me podía quejar ni hacer una escena de celos como hice aquella vez... Pero... Era insoportable... La enana esa llegó a mi memoria, sonsacando detalles que tenía enterrados y olvidados... Nadie podía negar que Emilie de Ravin era sexy y linda... ¿No? Para mis ojos era solo una teñida más… lo admito, muero de celos.

- La única rubia que me gusta eres tú...

- pe pero... - quise replicarle.

- No. Se lo que dirás. - me silenció con un dedo en mis labios. Él sabía muy bien los celos que me producía la "señorita" esa. - Te lo repito hoy y siempre: te amo con locura, te amo más que a mi vida, y aunque estés rubia, morena, o castaña, para mí siempre serás mi K... - pronunció con convicción y me sentí desfallecer... - mi Kris... Celosa. - enfatizó esto ultimo con una gran sonrisa reprimida. Estaba más que segura que él amaba este momento...

Suavicé la mirada... Lo que me dijo era indiscutible, porque yo me sentía igual, desesperada y angustiada por tenerlo nuevamente y estaba total y descaradamente enamorada de él. Sabía que Rob era la otra mitad de mi alma, la mitad de mi corazón; mi vida entera giraba entorno de él, y me gustaba.
Podría perder el control de mi mente y cuerpo en segundos… pero el pudor me recordó que no me podía abalanzar a sus brazos y besarlo….
"Maldito Pudor"
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...
...
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- ¿Lista? - asentí. - Entonces vámonos. - me dijo Rob una hora después de haberse oscurecido el cielo. Terminé las últimas escenas de mejor humor, y me vestí con un polo gris oscuro, y su pantalón de dril casi del mismo color. Hacia demasiado calor en Montreal para llevar casaca, pero cogí la franela a cuadros por si acaso.

- ¿Compró Ruth el obsequio.? -

- Sip, está en la bolsa. - señaló una de cartón de tamaño mas o menos grande que estaba encima de la mesa del mini comedor. - Me lo dijo, mientras estabas filmando. Se encuentran junto a las invitaciones.

- Ok. Vamos y cumplamos con todo esto.
Salimos del tráiler de inmediato, y partimos junto con el resto en tres camionetas distintas (como para despistar a inoportunos periodistas que aguardaban en la puerta) una se iría al hotel, y la otra al destino fijado. Esta noche se celebraba una reunión especial de uno de los productores ejecutivos de la película. Se había alquilado un departamento amplio, en una de las zonas más discretas del viejo Montreal, y quiso celebrar su cumpleaños ahí, invitando a todo el elenco.
La tercera camioneta, la nuestra, nos llevó a otra zona, era un requerimiento mío, había visto a todos estos chicos durante el día en el Set, que ir a verlos de nuevo en la fiesta, sería sofocante. Necesitaba un respiro.

Caminamos con Rob, por las calles antiguas y adoquinadas, era asombroso como se parecía a Londres... Era la primera vez que apreciaba este paisaje con detenimiento...veredas estrechas, edificios clásicos fundidos con las fachadas modernas de las vitrinas y pubs... Evoque Inglaterra, y los viajes que hice con él, las tardes que pasamos juntos demostrándonos amor, los días con su familia, las noches olvidándonos del resto y disfrutando nuestra intimidad...
Suspiré, y apreté más su mano... Una señal de mi aclamante necesidad por él.
Si... Lo vuelvo a confirmar: era el efecto deslumbrante de Bob que te deja idiota...

- ehhh... Disculpa... - dijo una dulce voz chillona, mientras tocaba con delicadeza mi cintura. Volteamos a mirar, y era una niña, de unos 6 años. Sus mejillas estaban rojísimas, y se le notaba un poco agitada.

- ¡Izzy! ¡Ven! - se escucho a unos largos metros el tono desesperado de una señora. Venia a paso rápido con dos niñas más.

- Hola princesa. - le dijo Rob agachándose para quedar a la altura de la niña. Su voz salió de sus labios como una melodía, totalmente suave, y dulce. - ¿como te llamas?

- ehhh... Me llamo Izzy. - dijo tímidamente arrugando su polo rosado.
- Hermoso nombre... -

Yo le sonreí, la niña se estaba mordiendo el labio de los nervios, pase mi mano por su cabecita castaña. Pero fue Bob quien hizo algo que pocas veces lo había visto... Le cogió de la mano derecha, y jugueteo con ella, y con la otra le acaricio el rostro... La ternura que desbordaba me producía emociones que se asemejaban a un rio acaudalado: intenso, apasionado y peligroso. Pero... ¿por qué? Por una lógica razón... Cada vez que lo veía hablar o demostrar su cariño a bebes y niños me atacaba una fuerza de dejar todo y fundirme en sus brazos, y darle los bebes que él tanto quiere.

Él lo aclamaba, lo deseaba y necesitaba con toda su alma. Lo habíamos conversado, claro, pero siempre fluía un temor, un miedo en el ambiente por parte mío. El me comprendía a la perfección, y estaba dispuesto a esperar el tiempo que se necesario... Pero me sentía tan egoísta... ¿Cómo podría privarlo de una felicidad tan inmensa como la de ser padre? ¿Cómo podría negarme ante aquellas muestras de afecto demostrándome una y mil veces que seria un estupendo papá?
Resoplé.
No.
Ya no lo haría más.

No lo estaba decidiendo ahorita. No. Ya lo tenia en mente desde algunos meses atrás...desde que me di cuenta que yo también lo quería, claro que no al mismo nivel de intensidad que mi novio, pero se estaba convirtiendo ferozmente en una ráfaga fortuita inacabable... Solo que era tan miedosa para aceptarlo...
Pero ya no.. Le daría el "Si" que tanto él anhelaba.
...
...
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ROB - POV

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- Discúlpenla... Cuando los reconocimos… Ella salió corriendo. - dijo la mamá de la niña preciosa que tenia al frente. La pequeña se estaba mordiendo el labio, y sus cachetes seguían ruborizados, se veía tan indefensa, que me hizo recordar a mi Kristen...

- Mama... Son Bella y Edward. - hablo por fin la otra niña de ropa marrón, traiga colgado en su cuello una cámara fotográfica, y la alegría se le notaba a miles de distancia. Me sentí tan endemoniadamente feliz cuando refleje mis ojos en los suyos... Cuando nuestro hijo nazca, no creo ser capaz de evitar soltarlo ni un minuto... Me había propuesto ser el mejor padre del mundo... Además tendría a la mujer mas maravillosa que había podido conocer... ¿Para que más? Quisiera tener una niña y un niño como mínimo... Ojala mi K decida lo mismo.

- Perdón... Yo... Ehhh.. Nosotras... No diremos donde están, se lo juro. Pero por favor... ¡Esto es un sueño! Encontrarlos juntos aquí... Jamás lo imagine, somos fans suyos y de la saga... Es increíble.

- No se preocupen. - sonreí. - El gusto es mío, nuestro, de ver a estas pequeñas... ¿Como se llaman?

- Izzy, ya la conocen, Stefany, y Kristen, mi hija mayor, y yo soy Becky.

- oh... - la niña más grandecita que usaba lentes se llamaba como el amor de mi vida... Que bien sonaba ese nombre de los labios de otras personas... De todas maneras insistiré en ponerle a mi hija el mismo nombre que su madre... Y esos lentes... Conmemoran los días que la vi usándolos...logrando una combinación sexy y tierna...

- ¿Nos podemos tomar una foto? -

- Si claro, vengan, ustedes a mi costado. - les dijo Kiki a las mas pequeñas, percibí en su rostro un aire angelical y ¿maternal?... Ojala no sean jugadas mías, de mi subconsciente ni de mi alma pidiendo a gritos que K me de la mejor noticia del mundo...
Ojala no me haya equivocado…
..
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Nos tomamos las fotos, conversamos un poco más, y a los pocos minutos que nos despedimos, ya nos encontrábamos enrumbándonos al depa del Productor; Fred, el "nuevo guardaespaldas" de K nos dijo, que el loft estaba cerca y podíamos llegar caminando...

Cierto, digo "nuevo", porque desde ahora y siempre se encargaría de cuidarla, en vez del anterior, que resulto ser un pervertido de primera. Bueno, ok, acepto, no era tan pervertido, quizá ni lo era, en fin, creo que exagere un poco, pero me hirvió la sangre y provocó punzadas en mi corazón, cuando veía su acercamiento a mi esposa, osar posar sus manos en la cintura, cadena y estomago de MI esposa, alegando que la "protegía" de los fans me resultaba extremadamente insoportable.

Y ahí van... Nuevamente mis celos enfermizos... Que importa... Ella me amaba así y yo era más que feliz...

- Mi amor... - pronunció Kris con dulzura, cuando llegamos a la puerta del edificio. La zona, apenas alumbrada con faroles, estaba tranquila, con poca gente y sin paparazis, algo extraño, pero bueno esto es Montreal no LA, y quizá el plan salió a la perfección...

- Dime. -

- Iré a tocar el timbre de la puerta... ¿Departamento 302?

- ajam. En la tarjeta dice 302-B. - le aclaré a Tom, y se dio media vuelta, dejándome a solas con Kris.

- ¿Sabes? He decidido una cosa. Y quiero decírtela antes de entrar a la casa. A no ser que quieras esperar hasta el hotel.

- No. Dímelo ahora, por favor.

- Bueno... - se separó un poco de mí. - quiero decirte que SI...

- ... -

- Rob, después de lo que viví hoy, no podría esperar a decírtelo después... Tengo el sentimiento a flor de piel, ¿sabes? Quiero cumplir tu sueño y el mío... Estoy segura y te prometo que a penas termine las grabaciones de la ultima película de la saga, dejare de cuidarme para tener... un bebe...

- ¿qué? ¿Estas...hablando en serio? Debo estar soñando...

- No tonto, es verdad... A no ser que seas TÚ el que no quiera... - no la dejé terminar, porque acorte la distancia que nos separaba jalándola del brazo hasta pegarla a mi cuerpo. La bolsa con el regalo no me permitió aferrarme completamente a su fina cintura, pero no fue impedimento para juntarla y traerla hacia mí.

Ella respondió a mi abrazo, amarrando mi cuello con sus brazos... Y dándome un beso cerca a la oreja.

- soy el hombre más feliz del mundo, si por mi fuera, los tendríamos mañana mismo.

- yo también... Pero...

- shhh... No malogres el momento con eso. - la callé sutilmente, no quería recordar el contrato especial que firmamos con Summit donde aceptábamos "no embarazos".

- Te amo. - escuche estas mágicas palabras y no pude mas, la besé y ella entrelazó su mano en mi cabellera, acaricié sus labios dulces y suaves, con toda la pasión que podría tener, y con toda la felicidad que me produjeron sus palabras. Se que faltaba mucho tiempo para ello, pero no me importaba: 8 meses se pasaban rápido, los haría pasar rápido si fuese necesario...
Intensifiqué el beso, deleitándome con su aroma, ella me respondió a tal grado de exaltación que supe que estábamos a punto de perder el control de nuestros cuerpos, quería acercarla más, y ser capaz de amarla y hacerla mía en ese preciso momento; no me importaba el resto... Esta noche seríamos uno solo nuevamente, pero, cada beso adicional seria un incentivo para ambos, para demostrarle e infundirle no solo amor sino seguridad ante su decisión.


Seguía sumergido en mi "momento Máster Card", que sólo regresamos a la realidad cuando Tom carraspeó...

- Ya nos abren la puerta chicos. - se aclaró la garganta. Me había olvidado por completo que teníamos público. - Eso guárdenlo para después. -

Permanecí unos segundos con los ojos cerrados juntando mi nariz a la suya... Sonreía y saboreaba el momento... Para no olvidarlo jamás.

...
..
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La cena estuvo impecable y amena, había congeniado tan bien con los chicos del elenco que me sentí muy cómodo, incluso cuando nos dirigimos a la terraza, apague mi cigarrillo para tocar un par de canciones. Era un ambiente íntimo e informal, no por algo habíamos venido vestidos así... O quizá la buena vibra que yo trasmitía, era por los efectos de la confesión de mi K, que me hacían ver la noche de otro modo...

No quisimos quedarnos más rato, teníamos muchas cosas que hacer esa noche... Llamaron a una agencia, y nos enviaron de inmediato un taxi, nos despedimos cordialmente y nos enrumbamos al hotel. ¡Por fin a solas con mi K!
En cuanto entramos al cuarto, K salió disparada al baño, me dijo que deseaba darse una ducha, no era muy tarde para ello y el calor de la noche se prestaba para la ocasión.
Cuando salió del lavado, casi me da un ataque cardiaco de la impresión que tuve al verla vestida con unos bóxers negros y una de mis camisetas preferidas. Ella siempre poniéndose mi ropa...no me molestaba en lo absoluto, más bien lo encontraba cautivador y sensual así como totalmente motivador...

Me le acerqué y por puro instinto, empecé a buscar sus labios con los míos, la mujer que tenia enfrente mío, me estaba volviendo loco, sus besos habían desencadenado una lucha frenética por el poder, el cual se extendía hasta nuestras exasperadas manos, que no dejaban de reconocerse intensamente y recorrían con maestría nuestros cuerpos.
Mientras su boca seguía persistentemente incitando a la mía, caímos sin darnos cuenta en el sillón de la pequeña sala. El roce que provoco la caída intensifico la sensación de electricidad que recorría mi cuerpo, y era una invitación perfecta para liberarnos de las molestosas prendas.

Con cuidado, fui acariciando su anatomía desnuda por debajo de la camiseta, su piel era tan suave, tersa y delicada, que en ciertas ocasiones me preguntaba si podría provocarle daño alguno, jugueteé con su ombligo y el elástico de su top, sentía que la estaba llevando a la locura y lo disfrutaba.

Mis labios trazaban un camino de besos desde su mandíbula, su cuello hasta sus pezones cubiertos por el algodón de la tela, cuando escuché que gemía a cada peñisco... la quería desnuda ya.

- Insisto, sigues teniendo mucha ropa. - logré decir con voz ronca.

Con una sonrisa pícara me respondió, y me ayudó a sacarme las prendas, desabotonó mi camisa con rapidez, y la tiró sin reparo al suelo, junto con su ropa; mis pantalones tuvieron el mismo destino, me miró fijamente, y sucumbiendo por el deseo, se sentó a horcadas sobre mí; mis vellos del pecho se erizaron producto del suave contacto con sus senos y el calor que emitía.
Quería dejarla que tenga el control, pero a estas alturas, nuestras mentes ya se no sincronizaban con nuestros cuerpos, ellos pedían cada vez más, por instinto, empezamos a movernos produciendo una fricción exquisita, la visión que tenia de su busto, era perfecta, y su rostro ruborizado era un deleite para mí... ¿Cómo era posible que semejante belleza sea mi mujer? ¿Qué habré hecho yo en mi otra vida para haberme ganado a un ángel como ella?

- Te amo mi vida. - cada palabra que pronunciaba y le decía al oído, estaban cargadas de una excesiva emotividad... La sinceridad con que respondieron sus ojos verdes, me llenaron de alegría y recordé que la quería a mi lado hasta la eternidad.

... Nuestras manos siguieron jugueteando entre ellas, posé las mías en su cintura tan frágil, y le retiré lo último que le quedaba como prenda, dirigí mis caricias hacia aquella zona que la hacía vibrar, jugué con sus rizos y desplegué besos húmedos a su alrededor, quería escucharla decir mi nombre... Sentirla estremecerse a mi tacto.

- Rob... - su voz ahogada salió de sus labios como una propuesta indecorosa. Sus manos se posaban en el elástico de mi bóxer, jalándolo y soltándolo a su deliberado antojo, sabía lo que esperaba de mí... Queríamos más el uno del otro.
Sin dejar de besarnos nos levantamos del sofá, me ayudó a despojarme de mi trusa, sus manos se movieron ágiles por mi pecho desnudo acariciándolo y prendiendo mucho más mi furor interno. Cada beso era un incentivo más, cada toqueteo era un aditivo extra a nuestra combustión interna... Volví a caer al sofá, se posicionó encima mío de nuevo, y delicadamente me adentre en su interior envolviéndome en su calor femenino, ella respondió tan bien a mí, adaptándose y lanzando un gemido que lo apagué con mis besos, había extrañado aquella sensación de tenerla alrededor mío calzando a la perfección.
- yo también... Te amo Rob...

Mi Kris reaccionaba a mis caricias, su pecho subía y bajaba al ritmo de su respiración, y sentía como se aferraba a mi cuerpo para intensificar el contacto, me resultaba extremadamente excitante, ella era mía, tan fuertemente mía, que al saber que cada rincón de su cuerpo me pertenecía... Prendía en mí un fuego salvaje y sentía galopear la sangre en mis venas.
No podía despegarme de sus senos, los cuales se habían puesto más sensibles de lo normal, los besaba y mordía con extremada devoción, como si mi vida dependiera de ello... Dirigí mi boca a su rostro, y le bese la frente, la nariz, las mejillas, su cuello, todo lo que podía encontrar a su paso, con un sentimiento tan profundo para demostrarle lo enamorado que estaba de ella, y las innumerables sensaciones que sólo ella me provocaba.
- Tan hermosa y solo mía... – le dije en su oído.
Era mi diosa, mi musa perfecta, mi inspiración hecha mujer... Cada canción que creaba era por y para ella, nunca me cansaría de hacerlo.

Nuestros corazones se agitaban más y más, a la par que lo hacían nuestros movimientos, mi cuerpo empezó a desprenderse y perdí el sentido completo de lo que estaba haciendo. Sentíamos como innumerables oleadas de calor nos atravesaban el alma, y el cuerpo, intensifico su acercamiento rodeando con ímpetu sus brazos en mi cuello, verla llegar a la gloria resultaba siempre tan fascinante como oír sus gemidos en mi oído o apagándose en mi boca. Un escalofrío delicioso se extendió por mi espalda quemándome toda la piel.
Me abrazó fuertemente, y enterró su nariz en mis cabellos, yo hice lo mismo inhalando su aroma, después de darle un sutil beso en la frente, nos quedamos en esa posición disfrutando de la respiración excitada del otro.

El grado de conexión que tenia con mi K era mágica, y creo que nació desde el primer día que atravesé esa puerta para las audiciones, me siento tan dichoso de ser amado por ella, un ser magnifico, y yo le correspondía con la perdición inacabable que sentía por su piel, sus ojos, y su esencia...
Había sido una memorable noche más para recordar... pero la llegada al amanecer era larga todavía, y nuestra sedienta pasión y deseo por el otro tenía para rato.
...
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"Ser amado profundamente por alguien te da la fuerza,
Mientras que amar a alguien profundamente te da el coraje."

Lao Tzu
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Continuara...



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