FIC (oneshot): "Robsten Valentine's Day and more..."

 ¡Cumpliendo mi promesa! Y ya sintiendome, mejor, les traigo un pequeño regalito a todas ustedes por haber sido tan pacientes y amables conmigo en todo este tiempo que he estado ausente. ¡Muchisimas Gracias!


Este oneshot está basado en datos, tweets y cositas confirmadas (de buena fuente) hice lo que pude para entrelazar la info, ojala les guste ya que lo hice con mucho cariño... ¡de ustedes depende si desean la continuación o no!
Espero sus comentarios,
Muchos besos, Lucia.

P.D. Lean al final, aclaro dudas sobre las frases que usé. =)

~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~

Fic (One-Shot)

Robsten Valentine’s Day and more…

•••||•••||•••||•••||•••||•••

Baton Rouge, Louisiana, New Orleans

(Febrero)

•••||•••||•••||•••||•••||•••

ROB - POV

(NOLA, 1 Febrero)

Releía mis líneas mientras estaba sentado en la sala de maquillaje. Ya estaba más de dos horas aquí y me hallaba un poco aburrido porque estaba solo... Mis demás compañeros ya habían sido maquillados hace un rato, y yo era el único retrasado...

Con las justas tuve tiempo de ir a mi tráiler, dejar mi Kindle al lado de mi cajetilla de cigarros y de mi chaqueta ligera para la noche y sacar el libreto que aprendí ayer… No tuve tiempo para más nada… Y todo este retraso se debía al pequeño pero excitante desliz que tuve horas antes con Kristen...

Nuestra casa -que habíamos alquilado a penas nos instalamos en Baton Rouge- contaba con una habitación pequeña en el primer piso, la cual tenía una amplia mampara de piso a techo que daba hacia un jardín, su misión inicial era la de ser una pequeña oficina, pero nosotros lo habíamos transformado en nuestro cuarto preferido para amanecer juntos y enlazados, su aliento en mi piel y mis labios en la suya, y así olvidarnos del mundo por unos instantes y sólo disfrutar de nosotros dos... Eso me reconfortaba y era lo único que me da daba las energías suficientes y necesarias para afrontar el mundo loco que hay afuera…

La amo tanto…

Hoy, al despertarme, y verla dormir como un ángel, recordé la primera noche que le hice el amor hace ya más de 2 años. Aquel día, que la hice mía por primera vez, sentí con tan sólo mirarla a los ojos, que era la mujer con la que quería por siempre compartir mi vida. Y, hoy en la mañana, no pude evitar la tentación de volver a sentir su cuerpo y sus sentidos estremeciéndose bajo el mío...

Y eso que no había pasado mucho tiempo desde que llegamos del set la noche anterior y sin prisas necesarias nos habíamos amado de todas las formas posibles que podrían existir…

...Y bueno no me culpo por haber llegado tarde, ya saben cómo me pone de loco Kristen.

- Listo, Robert. Quedaste.

- Gracias Mike. –

- Procura no traspirar mucho, porque no quiero repetir el desastre del otro día. Me demore dos horas arreglarte tremenda 'catástrofe'. – dijo Mike con cierto reproche y exagerando, claro, mientras arreglaba un poco el talco blanco que colocaba bajo mi barbilla.

- Hey disculpa. – sonreí apenado. – No fue mi intención hacerlo. Pero eran escenas muy.... Y bueno, ya sabes... y… Kristen... – le dije entreverado pasando mis dedos por mi cabello. Sonreí nervioso y no salían las palabras exactas para explicarlo, porque ese día perdí un poquito el control de mis actos... Y bueno, ¿Se imaginan a Kris en lencería fina tratando de seducirme?

En serio, perdí el control.

- ¡Ya! Ni me digas... Sé que escenas fueron... Y sé cómo estaba vestida Kristen, yo la maquillé.... Pero no me digas detalles, quiero verlo en el cine. – objetó Mike de una manera 'peculiar'.

- Ok... – reí aún avergonzado. – Gracias de nuevo M, te veo luego.

Restaurant "Tsunami" - barra.

Salí disparado de la habitación. Tuve suerte que primero grabarían escenas de los Cullen mientras yo (supuestamente) "estaba en el cuarto de Bella" esperándolos para "mi despedida de soltero".... Ok, no era mi despedida de soltero propiamente dicha, sino la de Edward, pero podía contarla como propia, total me casaré oficialmente con Kristen pronto y será sorpresa. Así que, decididamente, la hicimos realidad una noche cuando salimos con todos los chicos al "Tsunami"–un restaurante que se especializa en Sushi–.

Y como de costumbre, los 'solteros casanovas' de Jackson y Kellan flirtearon con la camarera casi toda la noche, y compraban tragos en cantidad con la intención de dármelos a mí, para que me emborrache, ya que después de esto, según ellos, vendría "mi encierro total"... Hasta trataron de incluirme en su plan de "fuga" de medianoche con las camareras, -quienes los habían invitado a continuar la fiesta a otro bar- pero, obviamente que no fui... En mi casa me esperaba mi esposa, y para mí, eso, era más que la tierra prometida, más que un manjar.

Sin embargo, y muy a pesar que tuve una genial noche, los pequeños inconvenientes tenían que surgir…

- Hola dormilón. - me asustó una voz 'rara' proveniente del lado izquierdo del pasillo por el cual caminaba. Al ver la gran silueta, supe quién era el dueño de ella. –

- ¿Qué hay chicos? ¿Buen fin de semana? – me detuve a saludar. Kellan apoyado en la pared cruzado de brazos riéndose y Jackson mirándome como si hubiera hecho una trastada me daban la impresión que los días libres que tuvieron no les había alcanzado lo suficiente para hacer sus cochinadas, y eso que traían todo el talco escurrido.

- ¡Ufff ni que decir! Ven. - me jalaron dentro del salón.

- Debiste haber venido a bailar con nosotros el martes Rob. No sabes lo que era ver ese movimiento de caderas en acción. – dijo Kellan tratando de mover su cuerpo como si estuviera bailando.

- No había visto algo igual antes. – agregó Jackson. Me encogí de hombros, podía ver en sus rostros lo felices que estaban por su aventura de esa noche, pero a mí no me importaba…

- Hi Chicos… ¿De qué hablan? – Preguntó mi Kris ingresando a la sala de descanso. Se veía hermosa con ese atuendo de “Bella Cullen”, desde ahora mi vampira favorita, su piel nívea contrastaba con su cabello marrón oscuro resaltando a plenitud sus ojos verdes, toda una delicia… aunque debo admitir, que cuando se coloca las lentillas rojas, se ve demasiado sexy también.

- De la despedida de soltero de tu novio de la otra noche… – habló Jackson.

(continua.... haz click abajo)

- ¿Te contó cómo le bailó la ‘TableGirl’? Por un momento pensé que era stripper. – tuvo que decir Kellan y yo lo miré como queriéndolo matar, porque obviamente era una broma, a las justas y saludé a la chica. Jackson empezó a moverse como si estuviera sacándose la ropa.

Estúpido.

- No hombre, ¡Yo creo que sí era Stripper! ¿Qué tal el baile privado que te hizo? – me preguntó Rathbone.

Otro estúpido.

- ¿No tienen descanso hoy también? – les pregunté con malicia e ironía. Soltaron una carcajada, al propósito seguro.

- Oh. – dijo Kristen. Se mordió el labio y empezó a mover su cabeza pensativa. – Que bueno. – frunció el ceño. – Vámonos Ash, tengo que repasar algunas líneas contigo. – la jaló del brazo.

- Pe… pero…

- Hey Kristen... ¡Es broma! – gritó Kellan a mi chica, pero ella ya había caminado unos metros y fingió no oírlo o tal vez sí... No sé, sólo agitó su mano y siguió avanzando con Ashley, ignorándonos, ignorándome...

- Lo solucionas. – apunté, y el muy idiota me guiñó el ojo.

. 

El resto del día, me la pasé grabando, no tenía otra opción aparte de estar aislado en mi trailer viendo “Cops”. Hubiera preferido realizar escenas de combate para desplegar mi furia y mi falta de entusiasmo positivo en mi contrincante, pero no, lamentablemente era todo lo contrario... Y, es que todo me parecía mentira... En la mañana era todo felicidad, y en la noche, era todo angustia...

"Maldito Kellan"

Kristen seguía un poco enfadada conmigo porque pensó que le había omitido detalles. La primera vez que traté de disculparme, me mando a freír espárragos, la segunda me dijo que me vaya al infierno -como si ella no supiera que al no tenerla sonriendo al lado mío, era mi infierno personal- y la tercera vez... simplemente no hizo caso a lo que le dije.

¿Y yo? ya moría de angustia.

.

.

(3 Febrero)

- No deja que le explique Rob. ¡Apenas termina de grabar se va! –

- No te creo. – gruñí. 

- La conoces, cuando se molesta, Kristen es así. No te miento. - lo miré, él tenía razón, aunque no quería reconocerlo.

Habían pasado dos días, y no paraba de sentirme un poco mal, muy decaído de ánimo, incluso peor de como estuve para la entrevista de Vanity Fair, pero tenía la obligación de ir a los estudios de grabación. No obstante, ya me había propuesto no dejar pasar un día más sin tener a Kris abrazada a mí en la noche sonriéndome al decirle que la amaba, además que ya me dolía dormir en el sillón de la sala dejando que Martin -el perrito- sea mi única compañía.

Era hoy o nunca…

Seguí caminando rumbo al Set 5, mirando de reojo por entre las salas, para ver si en alguna de ellas encontraba a mi “Gotita de agua” y me haga sonreír… ¿Saben a quién me refiero, no? Pues les digo confidencialmente que es un secreto, nadie sabe que mentalmente le digo así…

Ya saben… a Ella.

- Hey “daddy” – como si del cielo me enviasen un regalo, escuché esta vocecita que parecía música.

- Hola. – me agaché hasta conseguir su tamaño, miré sus hermosos ojitos verdes azulados que tanto me gustan, y separé un mechoncito de su cabello castaño de su frente. Era una niña preciosa y única. El día que nos la presentaron, por poco y muero de paro cardiaco al verla, tan idéntica a Kristen, tan parecida a mí, tan perfecta a mi vista, y tan hermosa como la imaginé.

- ¿De dónde vienes? – le acaricié su barbilla.

- De grabar con Kristen y Tay. – aseguró. Casi me pongo celoso al escuchar el nombre de Taylor, no tengo nada en su contra, pero si yo fuera Edward, no me fiaría mucho de Jacob… como que… bueno, tengo a Mackenzie tan dentro de mí y estoy tan involucrado en mi papel de padre 'protector', que nunca nada sería suficiente para ella.

- Oh… ¿Cuánto te debo hoy? – le pregunté. Si lograba pagar la sarta de cosas (maldiciones, palabrotas y/o juramentos) que dijo Kris sin pensar hoy, quizá me perdone más rápido. Aunque lo dudo.

- ¿Me pagarás hoy también? –

- Sip. – ya iban tres días seguidos.

- Son 15 dólares. – sonrió. – Hoy estuvo peor que nunca.

- Ok. –reí, amaba esta niña tan tierna y vivaz a la vez. – Así que Kristen habló mucho. – ladeó su cabecita, seguro que maldijo demasiado. – Ehhh… ¿Te dijo algo en especial? –

Pasé mi mano por mi cabello, signo típico de mi nerviosismo. Ella se dio cuenta. ¿Qué hago yo preguntándole estas cosas? Mi bocota ganó de nuevo.

– Digo… ehhh… ¿Está bien? – arqueó su delicada ceja. ¡Ay Dios! ¡Si es igualita a Kristen! Como quisiera que esta niña sea nuestra hija…

Suspiré.

“Muy pronto será”

- No… pero... – dijo dudando, puso su dedito en su mentón y luego frunció el ceño. – ¿Se ha molestado contigo? O ¿Tú te has enojado con ella?

No dije nada. Pero su carita y su expresión tan a lo Kristen, me dejó pensando. No podía dejar que ella esté un día más molesta conmigo.

- Porque la veo triste… y tú, “daddy” estás muy callado estos días… no es lo mismo a la hora de grabar. – sostuvo Mackenzie sin dejar de mirarme con esos ojitos que reflejaban incertidumbre. ¿Cómo era posible que tenga unos ojos tan expresivos a tan corta edad? Igualita a mi Kristen.

“Mi pequeña gotita de agua” no dejaba de mirarme, quería una respuesta, y yo tenía que dársela, en otro caso, debería mantenerme callado y no decir nada, pero esta pequeñita se había convertido en nuestra hija adoptiva, pasábamos muchas horas, días y semanas juntos, jugando, grabando, hablando, enseñándole los acentos británicos, y cantando, y era imposible que ella no se sienta parte de nosotros, y viceversa.

Incluso, aquí se usaba muy diestramente el dicho: Los niños y los borrachos nunca mienten. Y Mackenzie es muy inteligente y perceptiva, se había dado cuenta de la poca tensión que había entre Kristen y yo.

- No te preocupes. No es nada… ella solo ha entendido mal las cosas, pero te prometo que mañana estará todo bien, ¿ok? – le aseguré levantando mi mano en señal de promesa, y ella asintió con su cabeza ‘dándome los cinco’ con la palma de su manito.

- Ok.

- Sabes… ¿Quieres que te diga un secreto? –

- Ajam.

- Te pareces muchísimo a mi novia. – “y estoy seguro que cuando Kristen y yo tengamos a nuestra bebe, será igualita a ti”. –  Cada vez que te veo, la veo a ella.

Sonrió con picardía. No era la primera vez que compartíamos mi “otro” secreto. Pensándolo bien, ya debería estar cansada de escucharme decir esto a cada rato. Menos mal que era un secreto.

- … 'Tie the Knot' (*) ¡Daddy! – Reí.

- ¿Te encanta esa frase no? – se encogió de hombros y la miré con dulzura. “Tie the Knot” es una expresión inglesa típica, una de las tantas que le enseñe una tarde que tuvimos descanso en las grabaciones por el mal tiempo. Mackenzie se aprendió muchísimas y hoy escogió la mejor, la que más se acercaba a nosotros. Lo que también me gustaba, era que cada vez que podía usaba el acento británico al decirme “papá”.

Y yo moría de ternura al dejar volar mi imaginación…

¡Que excelente y hermosa visión para mi futuro con Kristen y nuestra bebe!

- Me tengo que ir... pero te irá bien. – la miré confundido. Me erguí completamente y le acaricié su cabeza como señal de despedida.

- Ok. ‘Have a good one’(*)! – volvió a sonreír y me mandó un besito volado. Caminó un poco más y su mamá, la verdadera, la cogió de la manito y se la llevó, no sin antes saludarme de lejos.

Suspiré.

Si... Nuestra hijita será idéntica...

.

.

.

Cogí mi vaso de té helado,  y me disponía  a encender otro cigarrillo para seguir mirando un poco la televisión, cuando sonó la puerta de mi tráiler. Me levanté de inmediato para preguntar quién era y no respondió nadie, en ese momento maldije para mis adentros del porqué tenía que estar solo aquí sentado sin Kristen. Dirigí mi mirada al papel blanco que estaba en el piso, y lo levanté, era un sobre de tamaño mediano y delgado, no tenía remitente. Lo abrí con cautela, pensando en las miles de opciones que podrían traer consigo abrir un sobre anónimo, y las mil caras que pondría Steph si supiera lo que acabo de hacer.

Pero, me daba la impresión que era indefenso.

Era una tarjeta de cartulina de tres colores: rosado, crema y blanco, hecha a mano, tenía un corazón rojo en el centro y muchos corazoncitos alrededor, un fino lazo amarraba la contratapa, y terminaba en forma de corazón. Tenía un diseño muy bonito. Era mi primer "san valentin" del año.

La abrí y en su interior estaba pegada una fotografía, en la cual Kristen, Mackenzie y yo llevábamos puestos los gorritos navideños de las grabaciones y posábamos los tres a la cámara digital de su mamá, como un recuerdo de aquel día que nos divertimos juntos mientras tocamos y cantamos algunas canciones. En la parte de atrás se veía la chimenea de los 'Swan' con unas botitas rojas... La foto parecía sacada de alguna escena específica de la película, o de una postal, pero no, éramos los tres, sin maquillaje ni ropa vampírica, aprovechando el Set algunas horas.

.

---- ¡Be my Valentine! ----

---- "¡Los quiero mucho! Estoy muy feliz de haberlos conocido. Son geniales". ----

Firma: Mackenzie (con un corazoncito al costado)

.

La tarjeta estaba hermosa, muy delicada y emotiva para pertenecerle a una niña. La foto me movió el piso y me hizo recordar el porqué estoy con Kristen, el porqué luché tanto tiempo para tenerla a mi lado, y como si corazón reclamara, recordé el infinito amor que siento por ella. Sentí en ese instante una vocecita, como si Mackenzie me hablara al oído y me dijera que me apure, que busque a Kristen y arregle las cosas cuanto antes...

o quizá era mi mordaz imaginación que me repetía a cada rato que era un idiota.

- Hey, ¿Has visto a Kristen? – pregunté un poco atolondrado a Taylor. Había caminado unos veinte minutos buscando a mi esposita y no la encontraba, ¿Tan grande podía ser un Set? Ni que buscara una aguja en un pajar... O ¿tal vez si?

Ando tarado.

- ¿No estaba contigo? – lo miré escéptico y me di media vuelta. Si pregunto por alguien es porque no está conmigo, ¿no?... En fin... El chico anda enamorado.

Llegué a mi tráiler como loco, totalmente ofuscado y odiándome. Me dispuse a prender otro cigarrillo -el tercero de la segunda cajetilla de mis 'A.Spirits'- pero no pude, el olor característico a tabaco y menta irrumpió en mi nariz impensadamente, se mezclaba con su perfume peculiar, uno que ya extrañaba en mis sábanas durante las últimas noches.

Había sido mucho más difícil tener a Kristen a tan sólo un metro de distancia sin poder tocarla, que tenerla a miles de kilómetros, separada de mis brazos, pero sintiéndola tan mía en mi corazón.

No me gustaba nadita.

- Hola. –

- Hey. – le respondí. Yo buscándola desesperado y ella tranquila aguardando por mí.

- ¿De dónde venías? –

- ... Por ahí. – no sé porqué le mentí.

“Muy mal Robert, muy mal”.

- Oh... Te estuve esperando. Quiero hablarte. – tragué en seco.

¿No querrá el divorcio, no?

“¡Exagerado! ¡Tranquilízate Rob! ¡Este problema no es tan grave como el de hace dos años!”, respondió mi conciencia.

- Yo también. – hice una pausa, mi corazón saltaba como desquiciado. – He querido hacerlo desde hace unos días... Y no he podido. – puntualicé sutilmente. Ella suspiró.

- Mira lo que me llegó hoy. – con su mano derecha, acercó un sobre similar al que yo había dejado minutos antes en la mesita. – Está muy bonito.

- Yo también tengo uno. Lo dejaron debajo de la puerta. –

- Y yo que había pensado que había sido exclusividad. – dijo en voz baja. – Si hubiera sabido que tenías uno...

- ¿No hubieras venido a verme? ¿No hubieras tenido la necesidad de dármelo para disimular frente a ella que estamos bien? Es eso, ¿no? – hablé desesperado. El tono de mi voz sonó grave.

- No, Rob, no es así. Equivocas las cosas.

- No lo hago. – espeté. Mi cabello se desordenó aún más, y eso que tenía gel.

- Si lo haces, Robert. – nos quedamos callados unos minutos, medité un poco, y me di cuenta que realmente fui un atolondrado y exagerado. Volteé mi rostro hacia la ventanilla de mi tráiler, por donde entraba aún los rayos de sol, los grandulones que me cuidaban estaban conversando con los de Kristen al frente. Al menos, nadie escuchó cuando levanté un poco la voz.

Ella no dijo nada más, entendió muy bien mi silencio y mi pena, sabía que estaba avergonzado, se me acercó por la espalda y me abrazó. Me tomó por sorpresa, pero de inmediato, al sentirme rodeado de su calor y de sus pequeños brazos, me olvidé de todo, sólo acaricié sus manos suaves, y las lleve a mi boca depositando un casto beso en ellas. La amo tanto, demasiado, que nunca podría enojarme con ella.

– Te extraño.

- Y yo a ti. – volteé y la miré con claridad, estaba totalmente despeinada y un poco ojerosa, pero para mí, era el resplandor de la perfección.  Me sonrió y me abrazó. Hundí mi rostro en su cabeza, buscando su cuello, tan tentativo a mis labios. –

- Sólo que… – suspiró. –… no me gusta que me mientas o me ocultes cosas Rob.

- No lo hice. Todo fue una exageración de Lutz. No tendría por que ocultarte una cosa así.

- Mmmm... A ti te gustan las strippers. – aseveró ocultando aún más su rostro en mi pecho. Que feliz me sentía tenerla así. – Es fácil de creerlo.

- No. ¡Objeción! No me gustan… ¡Las adoro! – se separó de mí rápidamente y arqueó una ceja. – Pero… sabes muy bien que sólo conozco y amo a una que baila estupendo, y me trae loco cada vez que la veo menear las caderas en una deliciosa faldita. – se mordió los labios. – Ella es única.

- Eres un tonto Pattinson. – susurró para luego abalanzarse sobre mí tomando la iniciativa.

Me rodeó el cuello con sus brazos, y me besó con desesperación, mezclando la menta y el tabaco con su sabor natural, cuando sentíamos que se nos acababa el aire, nos separamos un poco, sólo para respirar, porque nuevamente nos unimos en otro beso lleno de pasión y deseo, amor y desesperación. Sentir su boca sobre la mía, después de varios días no tenía precio, era como el motor que permitía que yo siga en pie día a día. Nos conectábamos tan bien en todos los aspectos, que sé, mediante sus caricias, que ambos nos habíamos necesitado con urgencia, y no sólo en lo físico. Lo de nosotros hace tiempo que ya había traspasado los límites físicos.

Seguro que mi comentario la excitó tanto como a mí. Me mordí los labios fuertemente.

Sin darme tregua, me llevó hasta el pequeño sillón negro de cuero que tenía mi tráiler, me tiró en él y el dolor que sentí en mi cadera por dormir varias noches en el sillón se esfumó de inmediato ante la rudeza de su tacto sensual y la oscuridad con que me miraban sus ojos verdes.

- Te compensaré ese dolor que tienes, mi amor. –

Con un baile no apto para cardiacos como yo, comenzó a menear su cadera sugestivamente, segundo a segundo me hacía disfrutar de sus encantos escondidos, y con una lentitud ilegal fue sacándose poco a poco su polera, la zarandeó con su mano, y la lanzó a alguna parte del tráiler. Lo mismo hizo con su pantalón y su trusa negra, tirándolas al aire hasta terminar semi desnuda ante mí sólo con su sostén negro. Tragué en seco.

- ¿A qué hora grabamos hoy? – logré preguntar con voz ronca.

- No me interesa Rob. Hoy te quiero a ti. – gemí. – Aquí.

Se acercó a mí sin romper el intenso contacto visual, quise desabrocharle el brasier, pero no me dejó, ella misma lo hizo con sensualidad de igual manera que lo hace cada vez que entra en el papel de “Mallory” en nuestra intimidad… sólo faltaba la faldita, pero podía imaginármela.

Cuando lanzó su última prenda al aire, mis pantalones  se encontraban ya muy ajustados y necesitaba respirar un poco, como respuesta a mi inquietud mental, dirigió sus manos a mi jean y bajó la cremallera, la ayudé en su misión y tiró de ellos con picardía. Se posicionó sobre mí a horcadas y empezó su tarea de desnudarme por completo mientras me besaba y recorría con su lengua toda la extensión de mi cuello.

Su manera de besar era exquisita, y provocadora, conectaba cada minúscula parte de mi ser al suyo en un movimiento frenético, imposible de describir.

Moví mi atención más abajo, buscando con mis labios su pezón, cuando soplé en él tentándolo, Kristen jadeó y se arqueó contra mí, afianzando aún más el contacto de su cuerpo sobre el mío. Agarró con sus manos mi cabello atrapando mi cabeza contra su pecho, pidiéndome silenciosamente que persista, y yo no podía negarme, reemplacé mi lengua por mi pulgar y masajeé la zona erógena erguida para mí mientras atrapaba con mi boca su otro pezón. Era la gloria.

- Exquisitos. – gruñí mordiéndolo.

 Kristen se estaba volviendo frenética por el deseo y yo ya estaba atrapado por ella, sus caderas se sacudían instintivamente contra mí, y pude sentir su humedad contra mi piel. Queríamos más. Me deshice de mi boxer plomo con rapidez y me adentré en ella con lentitud, los sonidos que salieron de nuestros labios eran incesantes, su respiración entrecortada en mi oido era una melodia motivadora que me ponía a mil.

Mis manos totalmente deslocadas hacian de las suyas acariciando la suave piel de sus muslos y haciendo un poco de presión para que aumente su ritmo.  

Ella empezó teniendo el control, pero era imposible seguir así, necesitaba tenerla con mayor profundidad, asi que mientras nos besábamos, nos giré suavemente y la acomodé en el sillón para poder moverme con más fuerza, vi sus ojos y estaban brillantes y su cara se teñía de un tenue color rosa. Era tan deliciosa verla así, mía y de nadie más, desnuda, y llevada por mis caricias. No podría ver mujer más perfecta para mí que la diosa que tenía al frente.

- Te amo Kristen... – murmuré apasionadamente. –

Como un acelerador, mi corazón y el de Kristen latieron al unísono consumiendo toda la pasión y lujuria que podíamos experimentar en ese momento, podía sentirlo, era espectacular, me acunó con sus manos y besó delicadamente cada parte de mi rostro en un gesto dulce e íntimo, al tanto que yo empezaba a moverme con mayor resolución sintiendo como nuestros cuerpos se compenetraban entre sí, como piezas de un rompecabezas. Amaba esa sensación tan compleja pero tan esencial para nuestro amor.

Un torrente de sensaciones se apoderó de nosotros y nuestros sentidos perdieron toda nitidez y control coherente, sentí como ella vibraba moviendo aún sus caderas, y cómo mi cuerpo se inundaba de placer, un placer irresistible que compartía con la mujer de mi vida, la mitad de mi alma.

- Eres mi vida, no lo olvides nunca. – le susurré al oído dejando caer un poco el peso de mi cuerpo en el de ella. Nuestra respiración iba descendiendo paulatinamente, pero el sonrojo de sus mejillas aún no.

- Y tú la mía, Rob… Te amo. – me abrazó y suspiré satisfecho.

- ¿Ya no estas molesta conmigo? ¿Verdad? – le pregunté acariciando su nariz con la mía.

- No podria estarlo, tonto... Esa tarjetita tenía algo especial, me hizo correr a tus brazos... y perdonarte. Fue... Indescriptible. – movió su cabeza.

- ¿Segura que no era mi perfume? – sonrió de lado. – ¿Sabes? Yo me senti igual, con la necesidad de buscarte y resolver todo esto de una buena vez.

- mmm... Asi que ¿'nuestra hija' fue cupido sin quererlo? – asentí y ella volvió a sonreír.

- Lo único que, Mackenzie robó mi idea de San Valentín.

- ¿Pensabas entregarme una tarjeta? Rob, sabes que no quiero ningún regalo, sólo a ti.

- No mi vida, pero, pensaba poner los boletos de avión en un sobre y tirarlos por debajo de tu puerta. –

- ¿Y si seguía enojada?

- Tenía un plan B – le di un beso suave. – y si no funcionaba... – beso. –...tenía ya un plan C... – beso. – ....ó D... – beso. –...ó E. – le di un último besito en sus labios, sólo un roce. Ella me sujetó del cuello y afianzó nuestro contacto.

No le estaba engañando del todo, yo tenía muchísimas ganas de pasar San Valentín este año con Kristen en Inglaterra. Los tiempos se habían dado a nuestro favor, ya que los premios BAFTA serían el 13 de febrero, y ambos deberíamos estar presentes pero…

Obligaciones y más obligaciones... No estaba seguro aún si podriamos asistir a la ceremonia, pero si se lograba realizar, amaría pasar San Valentin allá... En nuestro pequeño nido londinense.

- Mentiroso. No pierdes costumbre Pattinson. – me recriminó.

- Naaaa… es verdad. Lástima que ya no podrás verlo. – aseguré con cierto matiz de pena.

- Entonces me enojaré de nuevo. Es tan… fácil.

- ¿Qué insinúas Stewart? Me quieres matar de...

- Shhhh... No... – me calló dulcemente. – Nada de eso… Sólo que tengo muchísimas más ganas de que llegue el 14 de Febrero. – arqueó una ceja con aquella manera tan sexy que tiene y dejó volar mi imaginación.

Pasó su lengua por mis labios juguetonamente y prendió nuevamente la llama que existía en mi interior.

- Yo tampoco puedo esperar, mi amor. – le respondí aceptando sus labios y su cuerpo para saborearlo una vez más mientras sus ojos brillaban de sublimidad y pasión.

Estaba loco... Desquiciado por sus besos, y sediento de su frágil cuerpo que volvi a mezclar mi aliento con el suyo. No me creía capaz de esperar hasta el lunes 14... faltaban pocos días y... Quizá haya alguna que otra sorpresa...

¿No creen?...

.

.

.

.

Fin del One-Shot... ¿les gustaría continuación?

Frases:

(*)- Tie the knot: frase muy comun en inglaterra, que traducido al español es similar a: ""Ya Casate" / Casarse

(*) - Have a Good One: La traducción literal es “Que tengas uno bueno”, y es una simplificación de “Have a good weekend”. Los ingleses lo dicen siempre para despedirse ya sea del trabajo o de los amigos. =) Su contra respuesta, sería "Como estuvo tu fin de semana?" o "¿Buen fin de semana?" lo mismo que dijo Rob a Kellan. =) . Dicen que es propio de los Ingleses hacerlo, ya que es un saludo.

- Tsunami: restaurante especializado en Sushi, si existe, ahi fue la reunion de todos los chicos del cast. Jackson y Kellan siguieron la fiesta en otro bar con la chica (waitress), al cual ROb no fue.

~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~

IMPORTANTE:

Bueno Chicas, como les dije!... en un principio este fic tenía dos capítulos, pero no sabía si les iba a gustar... así que dejo a ustedes la elección. Si desean que haga la continuación, me dicen! =) espero sean varias las interesadas.

Les mando muchos besos, gracias por esperarme, y espero leerlas siempre. Ya ando mejor, como podrán ver; A veces aún entro en estado nostalgico... por eso no les prometo que día podría actualizar.

No olviden comentar.

Lucia.

~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~.~